Aspas también aprende a defender

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

«He venido aquí para trabajar y no para pensar en mí mismo», dice el moañés

03 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago Aspas está incrementando sus prestaciones de la mano de Berizzo. Se marchó del Celta rumbo a Liverpool como un jugador ofensivo capaz de abrir huecos en cualquier zaga, mantuvo su perfil cien por cien ofensivo al lado de Unai Emery, y ahora, de regreso a su casa, ha tenido que dar una vuelta de tuerca a su fútbol para aderezar su juego de ataque con un creciente trabajo defensivo.

Para que la propuesta futbolística del Toto, arriesgada al límite, surta efecto, es fundamental que los delanteros sean los primeros en defender y presionar. Y eso es lo que ha interiorizado Aspas de la mano del técnico argentino. Su trabajo de presión y sus repliegues son cada vez más intensos y habituales, y el partido del Vicente Calderón, donde el de Moaña fue la sombra de Filipe Luis, no hace más que corroborar su evolución.

«Cada vez aporto más en defensa, sobre todo por la posición en la que me estoy desenvolviendo últimamente. El delantero, en su medio campo defensivo casi no trabaja, te quedas con la marca de los centrales, y en el Calderón -donde jugó por banda- tuve que bajar hasta nuestra área siguiendo a Filipe Luis por el estilo de marcas que tenemos», reconocía ayer el delantero de Moaña.

En lo que va de campeonato liguero Aspas ha protagonizado 57 recuperaciones, 8 despejes, 9 entradas exitosas, ha cometido una veintena de faltas y ha bloqueado ocho disparos. Estadísticas que se completan con la percepción de ver a un Aspas mucho más intenso y atento a las labores defensivas y que ya ha interiorizado el ideario Totista, que tiene en Fabián Orellana a su máximo exponente.

El cambio a la banda

Una de las razones que han llevado a Iago Aspas a incrementar su aportación defensiva al grupo es el giro que en los últimos compromisos ha dado su posición en el campo. Berizzo está apostando por alinear a Guidetti y al de Moaña al mismo tiempo, y eso hace que Aspas caiga a la banda derecha, con el trabajo que ello conlleva. Cortar el avance del extremo rival y respaldar a su propio lateral, sobre todo cuando Hugo Mallo sube la banda, se han convertido en nuevas tareas para un delantero que hasta ahora estaba sobre todo habituado a incordiar y fijar a los centrales del conjunto rival. Eso sí, el giro a la derecha no parece incomodar demasiado al moañés, cuya única aspiración es seguir jugando.

«El míster ha decidido que ocupe ese lugar en el campo y la verdad es que los partidos que he jugado ahí han salido bastante bien, no solo a nivel individual sino también a nivel colectivo. Por ejemplo, en el Calderón tocó hacer un poco más de actuaciones defensivas, pero he venido aquí para trabajar y no para pensar en mí mismo». Cinco balones recuperados, cuatro duelos ganados, dos entradas, un despeje y un balón interceptado componen la estadística defensiva de Aspas en la vuelta copera para un jugador que ha asumido a la perfección que «si juegas caído a la banda, hay que volver con tu defensor o tu atacante».

De regreso a Sevilla

En vísperas de la semifinal copera, Aspas lo tiene claro: «Tenemos tantas opciones como ellos y tenemos la vuelta en casa». El atacante asegura que su vuelta a Sevilla la ve como «un reto, pero tampoco tengo que demostrarle nada a nadie». Y sobre los partidos de Copa y Liga que le enfrentarán a los sevillistas en los próximos días advierte de que «son dos partidos totalmente diferentes porque el Sevilla en su casa achucha durante los noventa minutos, mientras como visitante especula un poco más».