Un error puntual prolonga el gafe

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Orellana fue el hombre del partido. Puso loco al Athletic pero no llegó a un balón que resultó fatídico para los célticos

31 dic 2015 . Actualizado a las 11:11 h.

El gafe del Celta con el Athletic continúa. En un choque en el que los de Berizzo hicieron méritos para, como mínimo, empatar, un error puntual se tradujo a su vez en un gol que se convirtió en el 0-1 definitivo.

Alineación

Augusto se despidió de corto y con Sergio en portería. El once del Celta fue el esperado con solo dos matices: la titularidad de Augusto y la de Sergio en portería. Después de que Berizzo hubiera dejado en su mano la decisión, el capitán volvió a ejercer como tal por última vez. La defensa recuperó a sus hombres habituales, pues el regresó de Sergi permitió que formara la pareja de centrales con Cabral y Hugo y Jonny retomaran la posición de laterales simultáneamente. Una de las sorpresas fue la presencia de Wass como extremo, con Orellana de enganche e intercambiando posiciones. La movilidad de los célticos fue la tónica predominante.

Primera mitad

Intensidad e igualdad en juego y marcador. Se esperaba un duelo igualado y lo fue desde los primeros instantes con un ritmo muy alto. A ambos equipos les costaba llegar como frutó de la presión del otro, haciendo gala los dos de una gran solidez defensiva, pero de importantes dificultades para acercarse a la meta rival que se fueron solventando en cierta medida con el paso de los minutos. Las imprecisiones condujeron al resultado de 0-0 al descanso.

Segunda mitad

La pérdida de Orellana decidió el partido. El mejor jugador del Celta durante la mayor parte del partido, Orellana, fue también el que tuvo el infortunio de cometer el error que le costó al Celta los puntos. El Athletic salió mejor en la segunda mitad y durante unos minutos sometió a un asedio total a la portería defendida por Sergio. Las ocasiones se sucedían ante un Celta que acusaba el enorme desgaste físico de la primera mitad. Sin embarco, los leones no estuvieron acertados en esos instantes de total superioridad sobre el terreno de juego y fue justo cuando los vigueses comenzaban a recuperarse cuando llegó el error que se tradujo en la derrota. En la recta final, el Celta recuperó el control y dispuso de ocasiones, pero volvió a acusar la imprecisión y la dificultad para finalizar las jugadas que marcó el partido.

Cambios

Sin fondo de armario fiable. A medida que avanzaba la segunda parte, el Celta evidenciaba la necesidad de cambios. Estos fueron llegando, pero mostraron una incapacidad total para aportar al equipo. Ni Drazic, ni Guidetti ni ni siquiera Radoja, que vio una amarilla, lograron sumar en los minutos que tuvieron.