Calidad y fuerza en el mismo cuerpo

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Pape debutó con el Celta en Primera con 18 años y solo cinco después de llegar a España desde Senegal

15 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cinco años en el fútbol español han sido suficientes para que Pape Cheikh Diop Gueye (Senegal, 8 de agosto de 1997) catase la Primera División. Su irrupción no ha sido cuestión de tiempo, sino de valores balompédicos: fuerza, calidad y envergadura son el principal aval de un centrocampista de largo recorrido todavía en edad juvenil, aunque ya con ficha del Celta B.

Su idilio con el fútbol nació en su Senegal natal. En la escuela FC Solar, a la que envió material deportivo el pasado mes de noviembre como agradecimiento y reconocimiento a sus raíces. De padre español, Palencia fue la puerta de entrada al mundo del balón cuando llegó a la península. Y de ahí, al Montañeros, club en el que jugó en División de Honor de juveniles siendo todavía cadete. «Pape es un jugador sobre el que están puestas muchas esperanzas desde que llegó al Montañeros coruñés. Siempre fue superior en todas las categorías en las que jugaba con el balón en los pies, pero denotaba cierta indolencia en las tareas defensivas», comenta Luis Santiago, exseleccionador gallego sub-18 y una de las personas que más conocen a Pape a nivel futbolístico.

Con los coruñeses apenas estuvo unos meses. Enseguida el Celta llamó a su puerta: «Cuando me dijeron que el Celta me quería dije que encantado, porque este equipo juega al fútbol y a mí lo que me gusta es jugar al fútbol», recuerda Pape, que desde el primer momento se sintió arropado en Vigo. «Aquí siempre me han tratado muy bien y estoy muy a gusto».

Tras un período de adaptación, el juvenil de División de Honor celeste fue su primer punto de destino. Con David García Sierra como entrenador: «Desde el principio Pape ha tenido mucho protagonismo por sus cualidades», comenta el hoy entrenador del Ribadumia de Tercera antes de enumerar sus características. «Es un jugador con unas prestaciones técnicas muy altas, con una fortaleza física muy elevada y con una percepción de la velocidad del juego enorme, de otro nivel. Además domina el juego aéreo y es contundente. Un jugador no solo para el Celta, sino para un equipo top del fútbol europeo».

Sierra recuerda que muy rápido comenzó a entrenar con el Celta B y más tarde con el primer equipo. Al mismo tiempo que los rectores de Praza de España decidieron blindarle con contrato de larga duración (hasta el 2020).

David de Dios, que recogió el testigo en la base celeste, comentó en su día que le ve como «un jugador con mucho recorrido, capaz de ir de área a área, con mucho gol, con mucha fuerza, con mucha potencia y mucha calidad. Estamos ante un jugador bastante completo, pero debemos ir con cuidado con él».

Su ubicación

La gran duda con un futbolista que se puede mover por todo el medio campo es donde ubicarlo, y aunque él se ve mejor como enganche, el mediocentro defensivo parece su lugar de futuro. «De gran fortaleza física, tiene una gran visión a la hora de jugar la pelota. Quizás en donde más cómodo se encuentre sea por delante de la defensa jugando de mediocentro único o acompañado. Con buenas características técnicas, nunca rehúye la disputa», comenta Santiago. Y Sierra es de la misma idea siempre que no incurra en errores no forzados en la salida de balón, uno de los aspectos a mejorar.

La humildad y la capacidad de trabajo completan a un futbolista todavía en formación pero que ya puede presumir de llegar a Primera. Todo en un 2015 mágico en el que se ganó la internacional sub-19 y siendo un año más joven que todos, levantó el título continental al lado de los Vallejo, Ceballos y Mayoral. Nombres que ya no pasan desapercibidos en el fútbol español. El de Pape Cheikh tampoco.

«Nunca he estado tan contento, es algo mágico»

Pape confesó en alguna ocasión que Iniesta era su referencia cuando llegó al fútbol español, pero ahora es Augusto Fernández, el mediocentro y capitán del Celta, su jugador de cabecera: «Augusto siempre está ayudando, apoyando y aconsejándome. A mí me gusta preguntar lo que tengo que hacer y mejorar y él siempre está ahí. Y los demás igual», comentó el canterano en su primera comparecencia desde que llegó a Vigo, en donde también indicó que es Berizzo la persona que más le corrige.

El internacional sub-19 no escondió su estado de felicidad por debutar en Primera. «El sábado después del partido estaba muy contento, nunca he estado tan contento porque es algo mágico», puntualizando que la felicitación que le hizo más ilusión fue la de su madre, a quien no le gusta el fútbol y a quien engañaba en Dakar diciéndole que iba a la escuela cuando en realidad buscaba un lugar para darle patadas al balón. «De todas las llamadas la que más ilusión me hizo fue la de mi madre porque nunca le ha gustado el fútbol y el otro día me vio debutar. Cuando me llamó para felicitarme estaba muy contenta. Ahora ya no tiene más remedio que ver a su hijo jugar al fútbol».

Pape tiene claro que su escuadra es el Celta B y que en el primer equipo está para ayudar cuando el Toto lo crea necesario: «Estoy muy contento de debutar y aunque soy jugador del filial voy a intentar hacerlo lo mejor posible cada vez que me llamen de arriba». El jueves espera tener minutos en Copa.

Pieza codiciada y de largo recorrido, tiene claro que su futuro pasa por el Celta: «Aquí me han tratado muy bien y me siento muy a gusto. Espero estar muchos años en el Celta porque me encanta estar aquí».