La portería acapara el foco

Lorena García Calvo
LORENA GARCÍA CALVO VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La falta de confianza de Sergio Álvarez coincide con el regreso de Rubén Blanco para la Copa

30 nov 2015 . Actualizado a las 19:04 h.

El Celta está atravesando un momento delicado en la Liga, como ya sucedió el noviembre pasado. El grupo ha experimentado un bajón generalizado que se ha dejado ver especialmente en la portería, una demarcación en la que tanto los aciertos como los fallos se distinguen con mayor nitidez. El sábado, ante el Sporting, Sergio Álvarez se llevó el disgusto con mayúsculas de la temporada al habilitar un balón para Carlos Castro cuando no estaba siendo presionado. Un error que costó un gol a su equipo y que abrió una grieta en la ya maltrecha confianza del portero de Catoira.

Álvarez, tras un buen inicio de campaña, se ha sumido en un momento complicado que ha mermado su seguridad bajo palos. Ese paso atrás tuvo su culmen en el partido ante el Sporting y llega justo en vísperas de que Rubén Blanco se ponga bajo palos en la Copa del Rey. El guardameta de Mos, tras dos meses en blanco por su lesión, tendrá su oportunidad ante el Almería, y quién sabe si dependiendo de su rendimiento pueda extender su participación también a la Liga.

Los vaivenes de la defensa del Celta han acabado por trasladar la preocupación a la portería. Tras encajar ocho goles en las primeras jornadas de Liga y dejar tan solo la portería a cero frente al Rayo y al Getafe, los hombres del Toto cayeron en una dinámica peligrosa encajando trece tantos en las últimas cinco contiendas. Demasiados balones recogidos en el fondo de la red, y sobre todo con acciones puntuales como los goles recibidos ante el Deportivo y el Valencia que hicieron mella en un Sergio que la temporada pasada se ganó a pulso la renovación.

Con la confianza afectada, el de Catoira necesita reencontrarse con la fe en su juego, pero para ello precisa un partido notable y dejar su portería a ceros. Para ello deberá esperar al encuentro frente al Betis, puesto que el duelo del miércoles de Copa está reservado para Rubén Blanco. El hecho de que el meta de Mos regrese a la competición tras su lesión en la primera jornada de Liga tampoco ayudará a Álvarez, puesto que si su compañero cuaja un buen partido, Berizzo podría optar por dar protagonismo al canterano, al que desde hace años se considera el portero de futuro del equipo, pero que vivió en blanco la temporada pasada y necesita rodarse para no estancarse.

El otro factor de la ecuación en la portería lleva también el manto de las dudas alrededor de Rubén. El mosense jugó ante el Getafe en la primera jornada por la sanción de Sergio, pero su actuación también fue titubeante. Llevar casi un año sin jugar pasa factura a cualquiera, y más a un portero que todavía continúa en una etapa de formación, por más calidad que tenga.

Así las cosas, habrá que esperar para comprobar el escenario que se redibuja tras la Copa del Rey y el partido frente al Betis, puesto que tanto Sergio como Rubén se enfrentan a exámenes importantes. «La portería es un puesto especial, de mucha confianza, en el que los vaivenes no están permitidos. Las oportunidades hay que pensarlas muy bien», dijo Berizzo tras el partido contra el Sporting. El Toto no parece dispuesto a hacer cambios en Liga, pero también admitió que «siempre imagino mejorar al equipo y si tenemos que hacer cambios, los haremos».

Para el de Catoira recuperar la confianza en sí mismo es fundamental para volver a los promedios que le hicieron merecedor de halagos el curso pasado. Esta temporada su actuación ante el Sevilla, con seis paradas por gol concedido, ha sido su mejor participación hasta el momento, mientras que en los últimos cuatro encuentros bajó su media a una parada por cada gol.

Tres partidos consecutivos regalando goles dolorosos

El momento de duda que vive Sergio Álvarez es extensible al resto del equipo, y sobre todo a la línea defensiva. Desde la visita del Real Madrid a Balaídos el equipo ha experimentado serios problemas en el trabajo defensivo, y en los últimos tres encuentros el Celta ha visto cómo errores no forzados acababan con tres regalos en forma de gol rival.

Valencia

La «cesión» a Alcácer. La goleada encajada ante el Valencia fue dura para el Celta, pero especialmente fue amarga para Jonny y Sergio Álvarez. El lateral de Matamá, que se ha contagiado del bajón general que sufre el equipo, intentó retrasar el balón para el de Catoira con tan mala fortuna que Paco Alcácer, listo en la presión, interceptó el esférico y acabó marcando uno de los cinco tantos de la tarde en Balaídos. Fue un golpe anímico tanto para Jonny como para Sergio, vendido en la acción.

Deportivo

La historia se repite. Quince días después del mal trago del gol de Alcácer se repitió la historia. Fue en el derbi, para más inri, y cuando el Celta estaba volcado en el área de Lux en busca del empate. En un ataque del Deportivo, con Lucas Pérez buscando la portería celeste a la carrera, Sergio Álvarez salió de su área para intentar interceptar el balón con tan mala fortuna que Jonny, que marcaba al delantero, se hizo con el cuero y lo retrasó al área pensando que el de Catoira estaría en su zona de influencia esperando para recogerlo. El balón de Jonny acabó en el fondo de la red mientras Sergio corría a la desesperada intentando frenarlo antes de convertirse en gol. Algo que no logró.

Sporting

Un error no forzado. Por si los dos partidos anteriores no habían mermado ya lo suficiente la confianza de los célticos, especialmente de Jonny y Sergio, ante el Sporting llegó el revés mayúsculo. Sergio, sin estar presionado, se disponía a sacar el balón jugado cuando, en vez de habilitar a alguno de sus laterales o centrales, dirigió directamente la pelota a los pies de Carlos Castro. El sportinguista, que acababa de ingresar en el terreno de juego, se encontró con el camino libre para encarar portería y batir a Sergio, cuya estirada no fue suficiente para frenar un tiro demasiado fácil de armar.

La reacción

Entre murmullos y aplausos. Los últimos errores del Celta en cuanto a goles encajados dejan dudas sobre la correcta comunicación entre la portería y los defensores. Mientras, de puertas para fuera la afición del Celta mostró que se debate entre dos aguas en lo que a portería se refiere. Aunque tras el gol de Castro surgieron algunos silbidos y murmullos en Balaídos, la afición acabó despidiendo a Sergio con un aplauso.