El Celta cuajó uno de los peores partidos de la era Berizzo ante el Sporting de Gijón
30 nov 2015 . Actualizado a las 17:25 h.Los números invitan al optimismo pero el juego de los últimos partidos señala el camino de la cautela. Reencontrarse con el triunfo, y además en Balaídos, permiten al Celta firmar su segundo mejor registro desde el cambio de siglo y asegurarse la mejor puntuación a la conclusión de la primera vuelta desde el regreso a Primera, pero el juego del Celta no es el mismo de las diez primeras jornadas. Falta un punto de frescura y da la impresión de que la precipitación se ha instalado en el equipo.
Conjuntamente con el derbi de Riazor, la contienda ante el Sporting, pese al triunfo, fue una de las más flojas de toda la era Berizzo. Salvo en los momentos posteriores al 1-0, los vigueses nunca estuvieron cómodos, sino que cayeron en la precipitación y poco a poco fueron concediendo licencias defensivas. Es la retaguardia el principal foco de preocupación, ya que los célticos no dejan su portería a cero desde el pasado 2 de octubre cuando empataron a cero goles en casa ante el Getafe. Además, en las cuatro últimas jornadas han caído la friolera de diez goles.
Más allá de los números, la mejor noticia para el Celta es que el triunfo ante el Sporting le permite recuperar la confianza a la espera de alcanzar de nuevo la mejor versión. Curiosamente la temporada pasada, durante las primeras jornadas de la crisis de diez partidos sin ganar, el cuadro vigués exhibió un nivel de fútbol muy superior al que ha ofrecido tanto en A Coruña como ante los gijoneses.
Porque aunque la estadística del sábado le otorgue un 54 % de posesión, la realidad es que el Sporting monopolizó el balón durante todo el segundo tiempo provocando que el Celta viviese permanentemente en defensa, algo que en absoluto va con su idea de juego. Lo mejor fue que los rojiblancos solo tiraron dos veces entre los tres palos.
Resta ahora por confirmar si la victoria servirá de bálsamo para que el equipo se reconstruya, recupere la intensidad que ha perdido y la fluidez de balón a la hora de combinar. También que pueda volver a ajustar la presión, la pieza angular de todo el proceso. En este sentido la sanción del Tucu Hernández para Sevilla es un hándicap teniendo en cuenta que el chileno de adopción es en estos momentos el jugador más en forma del equipo.
Retos de la primera vuelta
Los 24 puntos es la segunda mejor marca del Celta en lo que va de siglo, tan solo por detrás de los 27 que consiguió el equipo entrenado por Víctor Fernández en la campaña 99/00. Sin embargo, aquel Celta no fue el mejor de la época reciente en el ecuador del campeonato, honor que corresponde a otro Celta, también de Víctor Fernández, el de la campaña 01/02, que se solventó con 32 puntos al ecuador del campeonato.
Con seis partidos por delante para llegar a la mitad del campeonato, al Celta le quede verse las caras con cuatro equipos que también luchan por la permanencia (Betis, Espanyol, Granada y Málaga) y dos con pedigrí europeo (Athletic y Atlético de Madrid). Si es capaz de sumar tres victorias habría firmado la mejor primera vuelta desde 1999.
No obstante, el reto coincide con el desafío copero que el miércoles comienza en Almería y en el momento que Berizzo está más corto de efectivos. Por ejemplo, para visitar al Betis tiene 17 jugadores.