Un millar de hinchas del Sporting en las gradas de Balaídos

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Los aficionados rojiblancos pudieron exhibir sus colores dentro del campo

30 nov 2015 . Actualizado a las 10:38 h.

El Sporting estuvo acompañado por aproximadamente un millar de aficionados en Balaídos. En un partido marcado por la polémica de las entradas, no hubo ningún tipo de incidente. Al final, la afición del cuadro asturiano pudo comprar los billetes y pudo exhibir sus colores dentro del campo, aunque quitándose las camisetas y sus emblemas para acceder al estadio.

Horas antes de que se abrieran las puertas, los aficionados del conjunto gijonés -con emblemas y camisetas- no tuvieron problemas para adquirir entradas pese a que en el billete podía leerse la inscripción «entrada exclusiva afición RC Celta», lo que generaba cierto malestar entre los seguidores rojiblancos. Los boletos eran mayoritariamente para la grada de Río, tanto para su parte superior como inferior, pero también había una nutrida representación astur en Tribuna y en Gol, en donde se hicieron visibles dos grupos.

A las ocho de la tarde, como había anunciado el Celta, se procedió a la apertura de las puertas, pero la gente se lo tomó con calma. En clave sportinguista, sus aficionados esperaron que llegará el autobús del equipo antes de entrar al campo. Lo hicieron entre cánticos y sin ocultar para nada su identidad.

A continuación comenzaron a buscar las puertas de entrada hacia el estadio, y fue ahí en donde los vigilantes de seguridad del Celta les indicaron que tenían que sacarse los distintivos del Sporting. «Yo solo te lo recomiendo, hazme caso que te va a ser mejor», fue el comentario de uno de los vigilantes a un hincha gijonés, que metió sus enseres en una mochila y una vez superado el control volvió a colocarse la indumentaria de animación dentro del estadio.

Durante las horas que la afición sportinguista estuvo en Vigo, la mayoría optó por ir dormir a Santiago en señal de protesta, repitieron con insistencia que estaban indignados con el Celta y agradecidos a la afición del cuadro vigués, que en los días previos al partido había mostrado su solidaridad con ellos. «Llevamos todo el día con la afición del Celta y es una pasada con ellos, lo que es una vergüenza es llegar aquí y que no te dejen entrar a un campo de Primera con la camiseta de tu equipo. Al final, este circo de tantos millones lo mantenemos los aficionados y nos merecemos un respeto y no que nos traten de esta manera», comentaba en los aledaños de Balaídos el presidente de la peña sportinguista de Ribadeo. Las dos aficiones corearon consignas contra el presidente de la LFP.