Un Orellana de claroscuros

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El chileno brilla en el Celta mientras se cuestiona su rendimiento con su selección

14 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El presente de Fabián Orellana se escribe a caballo entre su espectacular momento como celeste y su discreto papel en la selección chilena. Mientras en Vigo todo son halagos para el atacante, más allá del Atlántico arrecian las críticas y las dudas sobre si realmente es merecedor de la llamada de Jorge Sampaoli, el seleccionador de los chilenos. El empate a unos ante Colombia en el estadio de Santiago ha supuesto un jarro de agua fría para los compatriotas de Orellana, que ni consiguieron hacer su fútbol ni convencieron a sus seguidores. En una discreta noche de La Roja a nivel coral, el céltico no fue capaz de escapar de la quema.

Aunque Arturo Vidal adelantó a los anfitriones antes de marcharse a vestuarios, en el minuto 67 James empató el partido y obligó a Sampaoli a agitar el árbol. El seleccionador apostó por dar una oportunidad a Orellana y el céltico ingresó en el campo para disputar los once últimos minutos del encuentro. Sin embargo, su aportación pasó desapercibida. «Si Jorge Sampaoli pensó que el hombre del Celta de Vigo les daría profundidad, habilidad en el uno contra uno y mayor verticalidad, se equivocó. El Histórico entró frio, como fuera del partido, y nunca logró meterse en juego», recogía ayer el diario La Nación en su análisis de los protagonistas del encuentro.

En la misma línea se pronunciaban otros medios del país, poniendo énfasis en que su limitado tiempo tampoco había ayudado. «Quince minutos fueron muy pocos para siquiera entrar en sintonía del partido. No encontró nunca su lugar en la cancha», aseguraba La Tercera. «Fabián Orellana ingresó de puntero derecho. El Histórico se vio poco fino con el balón y no trascendió», afirmaba El Mercurio, mientras que La Cuarta apostaba por una valoración global de los tres cambios, con un contundente «Fabián Orellana, Mauricio Pinilla y Bryan Rabello: los cambios jugaron terrible, poco así que imposible hacerles algún análisis».

Los males de los que pecó Orellana con su selección son la antítesis de lo que le caracteriza en el Celta. Si por algo está destacando el futbolista de la mano de Berizzo es por su constante participación en el juego del equipo, su capacidad para generar peligro, desequilibrar y convertirse en un terror para las defensas rivales. Con Berizzo en el banquillo, Orellana ha podido dejar de lado las apreturas tácticas, dispone de una libertad prácticamente ilimitada sobre el césped y esa anarquía posicional, siempre bajo un guion premeditado, le ha aportado un plus de peligrosidad que explota como nadie. Una libertad de la que no disfruta en Chile y que, visto su rendimiento, añora.