«Quiero sacar de la calle con el fútbol a jóvenes como los que me asaltaron»

míriam vázquez fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Tras sobrevivir a un tiroteo en el 2009, el excéltico Fernando Cáceres «El Negro» tiene una fundación y un club con los que exprime la «segunda oportunidad» que le ha dado la vida y, a la vez, ofrece una alternativa a la delincuencia

04 nov 2015 . Actualizado a las 16:27 h.

A principios de noviembre del 2009, una trágica noticia conmocionaba al mundo del fútbol en general y al celtismo en particular: el exjugador Fernando El Negro Cáceres -céltico entre 1998 y 2004- había sido tiroteado víctima de un atraco y su vida corría serio peligro. Perdió un ojo y quedó postrado en una silla de ruedas pero, contra todo pronóstico, logró sobrevivir tras una recuperación milagrosa y pasar página para exprimir al máximo lo que considera su «segunda oportunidad».

Transcurridos seis años, no ha renunciado a recuperar su vida y, con ella, una parte clave: su vínculo con el fútbol. Actualmente tiene una fundación y un equipo con su nombre que nacieron «de la mano» en septiembre del 2013 con un objetivo claro. «La idea fue de mi familia y amigos, que buscaban volver a verme activo después de lo que pasó. Pero yo tuve claro que lo que quería era hacer una labor social que consistiera en sacar a chicos jóvenes de la calle, ayudar a gente con necesidades a integrarse y ofrecerles otro camino diferente y mejor», expone.

Esos chicos que describe se corresponden con el perfil de los que le dispararon aquella noche de noviembre, delincuentes de muy corta edad que «quizá no vieron otra salida» que actuar como lo hicieron, valora el exdefensor argentino. «Sí, es cierto que nos dirigimos a gente como ellos. Aquello fue una desgracia, pero me hizo recapacitar sobre una idea que yo ya había sentido siempre: cómo el fútbol puede suponer una gran oportunidad en la vida».

Cáceres ejerce como cabeza visible del club y también hace sus pinitos como entrenador cuando le dejan, bromea. «Oficialmente mi papel es el de presidente, nada más. Pero sí que es verdad que cada vez que puedo les pido permiso a los técnicos para echarles una mano en los entrenamientos y en los partidos y hasta ahora siempre me han dicho que sí», relata divertido.

Su objetivo es compartir con los chicos lo «poco o mucho» que aprendió en sus años como futbolista, pero también en su trayectoria vital. «Eso es lo que intento, pero al final me enseñan más ellos a mí. Está siendo una experiencia hermosa, que significa muchísimo para mí y me permite volver a estar cerca de una cancha», subraya.

Convertido en abuelo pese a no haber cumplido siquiera los 50 años -nació en San Isidro el 7 de febrero de 1969-, Cáceres admite que el incidente vivido trastocó sus planes y cambio inevitablemente su existencia. Pero asegura que no es algo que en absoluto tenga presente ni que le atormente a día de hoy. «Aquello pasó y está fuera de mi vida, no tiene ninguna trascendencia actualmente en ella. Te queda un mal recuerdo, pero procuro tenerlo en mente lo menos posible». Sí convive con las consecuencias de aquello, y ahí es donde se queda con la parte positiva. «Fue una desgracia que me trajo al mismo tiempo muchas cosas positivas entre las que está este proyecto».

Un luchador incansable convencido de que podrá volver a caminar

En el terreno estrictamente deportivo, el Fernando Cáceres Fútbol Club está formado por jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 24 años. Militan en la liga regional de Luján, con el objetivo de ir poco a poco escalando peldaños hasta poder llegar algún día a tener presencia en las competiciones nacionales argentinas. «Este fin de semana nos toca jugar una semifinal muy importante. Tenemos que ir poco a poco», señala el presidente del club.

De dar pequeños pasos sabe mucho el exdefensor del Celta, de quien tras aquel asalto los médicos dijeron que su vida estaba «en manos de Dios», dando pocas esperanzas de supervivencia a sus familiares. Tras dos semanas en coma, a finales de noviembre del 2009 le quitaron la respiración artificial y pudo comenzar a comunicarse por señas. Tras recibir el alta a principios del año siguiente, comenzó un largo proceso de rehabilitación que todavía continúa a día de hoy y que el jugador no renuncia a que concluya un día con que vuelva a caminar.

«Estoy bien, tranquilo, yendo poco a poco y sin desanimarme nunca, que es lo que tengo que hacer. Sigo en rehabilitación casi cada día y los resultados se van viendo», celebra. Sabedor de que ya ha logrado lo más difícil, se muestra confiado en que podrá andar de nuevo. «Necesito más tiempo, pero creo que estoy en el camino correcto y que si sigo como hasta ahora lo voy a poder conseguir», comenta.

Un «gran recuerdo» de Vigo

Cáceres fichó por el Celta en 1998 y permaneció en el club hasta el año 2004, formando parte de los mejores años del equipo vigués en Europa y disputando un total de 198 partidos en los que logró tres goles. Aunque su etapa previa en el Zaragoza fue la que más le marcó en el fútbol español, también guarda un «gran recuerdo» de sus temporadas en Vigo. «Me acuerdo mucho de ese tiempo y siempre estoy pendiente del Celta. Lamentablemente, aquí el fútbol español es Madrid y Barcelona y es complicado ver a otros equipos, pero lo hago siempre que puedo».