Berizzo aprueba en los cambios

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

Los movimientos con los jugadores del banquillo, una de las claves de la semana

28 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Berizzo aprobó en este ciclo infernal de tres partidos de máxima exigencia en seis días una de las pocas asignaturas que arrastraba de la temporada pasada, la de los cambios. Por sistema, también en el inicio de este curso, el Toto siempre esperaba para mover ficha y no siempre había acertado en la elección (el mismo entrenador reconoció su equivocación ante el Las Palmas). Sin embargo, sus movimientos ante el Sevilla y el Éibar fueron providenciales para que el Celta sumara puntos y sea capaz de mantener la etiqueta de invicto. Ante el Barcelona, lejos de restar, sus apuestas de refresco solidificaron una manera de ganar.

Sevilla

La entrada de Radoja, providencial. Mandaba en el marcador el Celta pero el Sevilla había dado un paso adelante en el segundo tiempo con la presencia de Llorente en el campo. Berizzo apostó por dar entrada a Radoja y el serbio anuló al delantero de tallo largo y de esta manera quedó desactivada la reacción hispalense. Los minutos de refresco de Guidetti a Aspas también sumaron con el partido, encarrilado, pero abierto. El tercer cambio, Gustavo Cabral por Andreu Fontás, fue fruto de la necesidad por las molestias del argentino. Las dos primeras permutas llegaron en torno a la hora de partido (minutos 58 y 62).

Barcelona

Guidetti remató la faena desde el banquillo. Berizzo oxigenó el equipo ante el campeón en función de las necesidades. Primero movió el trivote de medio campo dando minutos al Tucu Hernández para aprovechar su frescura, y luego reforzó la defensa con la entrada de Planas en el lateral para dejar libertad a Jonny en su tarea de anular a Messi, pero en medio de ambos cambios recurrió al clásico Iago Aspas por Guidetti y el sueco se encargó de sellar el triunfo anotando el cuarto gol.

Éibar

El cambio radical provocado por Aspas y Wass. No fue el Celta el equipo fiable de casi siempre en el primer tiempo de Ipurúa, por eso Berizzo hizo dos de los cambios más tempraneros desde que está en Vigo. En el descanso ya le dio entrada a Aspas por un desdibujado Hernández y a la hora de partido Wass tomó el relevo de Radoja en el centro del campo. Los dos cambiaron la fisonomía del juego vigués, fueron claves para el empate e hicieron que el Celta volviese a ser un equipo muy reconocible. También le concedió la alternativa a Drazic, inédito, para que conociese de primera mano la Liga en un momento de máxima exigencia. Fue el último cambio, en el 75. Un dato no demasiado habitual en el Toto.

Una plantilla con un estatus muy diferenciado

El partido de Éibar era un termómetro para medir el rendimiento de los jugadores menos habituales del Celta, para confirmar si el conjunto vigués cuenta con el fondo de armario suficiente para cubrir cualquier eventualidad. Y la prueba ni mucho menos resultó satisfactoria.

Theo Bongonda jugaba su primer partido como titular desde que llegó al Celta y el belga, amén de la clara oportunidad que tuvo en el primer tiempo y que él mismo se fabricó, apenas entró en juego. En su descargo aparece que jugó en la banda derecha, un sitio al que en absoluto se adapta, algo que sabe mejor que nadie Berizzo, aunque insistiese con el experimento.

Carles Planas tampoco superó el examen. La inactividad y el nivel mostrado hasta el momento por los laterales habituales le ha colocado un peldaño por debajo de Jonny y Hugo Mallo en cuanto a rendimiento. Al catalán le costó sacar adelante el partido de Ipurúa. Perdió parte de su tendencia ofensiva y en defensa permitió más de una llegada de los armeros por su costado. Ocho meses sin jugar de titular le pueden pasar factura a cualquiera.

El Tucu Hernández se merecía hasta ahora la etiqueta de titular por los minutos que ha disputado hasta la fecha, pero su contribución al partido de Éibar y que fuera relevado en el descanso no le deja en la mejor situación de cara al escenario más próximo. La confianza ciega que el entrenador tiene en él pudiera tener fecha de caducidad.

El partido también confirmó la escasa presencia que le espera a corto plazo a jugadores como Madinda o Señé (ninguno de los dos ha debutado), mientras que Drazic comenzó a enseñarse. El serbio era el único fichaje que todavía no había tenido un solo minuto oficial. Guidetti, que no pudo reivindicarse, mostró ayer su tristeza en las redes sociales. La gripe le dejó sin la oportunidad que esperaba.