Una lección envuelta de espectáculo

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

El buen ambiente habitual presidió la sesión de ayer en A Madroa tras la histórica victoria ante el Barça.
El buen ambiente habitual presidió la sesión de ayer en A Madroa tras la histórica victoria ante el Barça. alba pérez< / span>

Entrenadores analizan las claves del inicio liguero del Celta y de su victoria ante el Barça

25 sep 2015 . Actualizado a las 14:02 h.

Un espectáculo, una lección de fútbol o una gesta insuperable. Son algunos de los términos que varios entrenadores que en el pasado tuvieron relación con el Celta utilizan no solo para referirse al partido del miércoles frente al Barcelona, sino al arranque de temporada del equipo celeste en su conjunto. Ven en el choque ante los de Luis Enrique la mejor muestra de lo que los vigueses pueden ofrecer y confían en que todavía habrá mucho más.

«Está siendo un equipo agresivo, sin complejos, atrevido en el uno contra uno. Al Barcelona creo que le dio un buen repaso, tratándole de tú a tú, dándole una lección de fútbol y demostrando que no tiene por qué ser invencible», resume Javier Irureta. La clave para conseguirlo, según Antic, fue la fidelidad del Celta a la propuesta de fútbol que le caracteriza con independencia del rival, pero que no es la habitual en el resto cuando el Barça está enfrente: «Todos tienden a encerrarse, juntar líneas, jugar con cinco defensas... En el Calderón la posesión fue de un 75 % para el Barça. El Celta, sin embargo, no quiso renunciar al balón, sino todo lo contrario, como suele, y tuvo premio».

Además del planteamiento, a los vigueses les acompañó la efectividad, como recuerda Moncho Carnero. «Fueron capaces de presionar muy bien, robar arriba el balón con rapidez y después definir. Esa definición es lo que más me está impactando en este inicio de temporada», admite. Porque el buen nivel del equipo, por el contrario, no le sorprende. «A nivel de juego y de arranque es similar al del año pasado».

A Patxi Salinas se le acaban los calificativos para un Celta al que tacha de «fantástico, insuperable, mejor imposible». Para él, gran parte de la culpa la tiene Berizzo. «No le pondría un 8 ni un 9, sino un 10. Ha conseguido dar con la tecla para acomodar a los jugadores. El caso más claro es el de Augusto, que está en un momento espectacular». Como Nolito, del que considera que «es un lujo para el Celta, un jugador de otra galaxia ahora mismo».

Aunque señalando hacia algunos nombres propios, todos coinciden en que la verdadera clave está en el grupo. «Quizá destacaría al cuadrado que forman Nolito, Orellana, Augusto y Wass. Pero Sergio también está espectacular, Jonny y Hugo más de lo mismo, los centrales...», enumera Moncho Carnero. El partido de Radoja tampoco ha pasado desapercibido. «Lo básico es que los futbolistas han interiorizado la idea de Berizzo y que se encuentran en un gran momento tanto a nivel físico como técnico y táctico. A día de hoy, este equipo puede ganar a cualquiera», dice Jorge Otero. Lo refrenda Antic, para quien «la confianza y el no sentirse inferior a nadie son signos de identidad de este Celta y los que tienen que hacer sentir muy orgullosa a su afición».

La confianza y la autoestima que les da este inicio de campeonato a los célticos es un activo que, no obstante, es importante saber gestionar. Lo subraya Otero: «Deben sentirse los mejores del mundo, porque los resultados así lo atestiguan, pero sin perder de vista que queda mucho».

Mirando de reojo hacia el Eurocelta de los años 90

La jornada cinco es un momento demasiado prematuro para sacar conclusiones o lanzar las campanas al vuelo. Ninguno de los técnicos se sale de ese discurso, pero al mismo tiempo coinciden en señalar que 13 puntos de 15 invitan a mirar hacia arriba y, por qué no, a echar la vista atrás para tratar de reeditar algunas gestas pasadas si se tercia.

«Ya se sabe que las comparaciones son odiosas, pero para mí este Celta sí empieza a ser comparable a aquel de Mazinho, Revivo, Mostovoi, Karpin... Era un equipo quizás un pelín más hecho, pero que maravillaba y mostraba la misma facilidad de gol que están teniendo con Berizzo», analiza un Patxi Salinas que se mantiene firme en su discurso de que al menos en este momento, el objetivo vigués sí debe ser Europa.

Javier Irureta, por su parte califica como «factible» esta meta que él consiguió en su momento al frente del equipo. «En la temporada en que nosotros nos clasificamos creo que no empezamos tan bien. Son épocas diferentes, pero veo sobre todo una similitud entre ambos: que era un fútbol atractivo para el espectador».

Moncho Carnero es de los que optan por la cautela y por no mirar más allá de la salvación hasta que llegue el momento indicado para alzar la vista. «Está claro que el equipo lleva una línea fenomenal, pero aún es pronto y hay que ir poco a poco, seguir sumando y no cambiar el discurso antes de tiempo», pide. Recuerda que el Celta de las gestas europeas protagonizó seguramente «la etapa más importante hasta ahora en la historia del club» y desea que se vuelva por esa senda «cuando tenga que ser, y mientras tanto, a seguir disfrutando con este equipo».

Comunión con la afición

Precisamente, la comunión con la afición es otro de los aspectos que más destacan, más allá de unos silbidos contra el Las Palmas a los que restan importancia. «Fue un debate que no debió existir. Nunca hubo riesgo de ruptura. Escuchar el himno a capella antes del partido es la mejor muestra, algo impresionante, muy emocionante», aprecia Carnero.

A juicio de Antic, «aunque luego se pierdan partidos, que lógicamente se van a perder, y puedan llegar a aparecer las dudas, la gran victoria de este Celta es que su afición se identifique y se divierta con el juego de su equipo». Esa será, pronostica, la clave para atajar los malos momentos que, «seguro», le tocará vivir también al equipo a lo largo de la temporada.