Ambición e inteligencia para un estreno perfecto

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El Celta hizo gala de presión y posesión en su contundente triunfo sobre el Rayo

30 ago 2015 . Actualizado a las 17:48 h.

Solo la falta de precisión privó al Celta de endosarle al Rayo Vallecano una goleada mayor al 3-0. El equipo de Eduardo Berizzo sumó su segunda victoria de la temporada en un partido que se le puso de cara con la expulsión de Toño y en el que los célticos sacaron a relucir intensidad, ganas e inteligencia. Presionaron, aprovecharon los espacios, se mostraron constantemente en ataque y manejaron bien los tiempos. Ritmo alto cuando tocaba machacar al rival y paciencia y pelota cuando de los de Paco Jémez intentaron desperezarse fue la carta de presentación de los celestes. Seis de seis y una buena imagen, son el arranque ideal.

Los protagonistas

Solo el cambio de Sergio

Berizzo ya tiene once definido. El técnico repitió ayer la alineación del debut ante el Levante solo matizado por el obligado cambio de Sergio en la portería. A la espera de que llegue fichaje para la banda derecha, el entrenador conserva su apuesta por la defensa del año pasado, con Augusto -intensísimo- y Wass -brillante- en el doble pivote, Hernández como enganche y una delantera de muchos quilates y extrema movilidad integrada por Nolito -enorme -, Orellana -en estado de gracia- y Aspas.

La clave

De nuevo con uno más

Dos partidos, y dos superioridades numéricas. La expulsión de Toño a los diez minutos permitió al Celta jugar con uno más que el Rayo durante casi toda la contienda. Estar con un futbolista menos hizo que los de Jémez, aunque intentaron no perder su esencia, dejasen el camino para los celestes. El gol de penalti de Nolito permitió a los célticos jugar con la tranquilidad que da el marcador.

El ataque

Todo por la banda izquierda

La banda izquierda del ataque celeste se convirtió en un carril por el que el Celta percutió durante toda la primera mitad. El equipo basculó todo su fútbol ofensivo por el costado defendido por Quini, sucediéndose las llegadas y las ocasiones claras. Wass, Orellana, jugando por dentro, Nolito buscando la línea de fondo y Iago Aspas, hicieron de esa banda su campo de juegos particular. En el segundo acto, con el Rayo roto y la entrada de Guidetti, el frente de ataque se diversificó. Como debe, la falta de puntería de los vigueses, con Aspas acumulando actuaciones infructuosas. Se estrenó Fontás.

La idea

Presión y posesión

El Celta sabía que con el Rayo Vallecano no valen las medias tintas, por eso planteó un partido yendo a morder desde el minuto uno. Los célticos buscaron la posesión del balón como forma de defenderse y de atacar, y la consiguieron -los porcentajes fueron 60/40-. Además, a base de esfuerzo, solidaridad y una presión en las marcas, llevaron al precipicio a los de Jémez una y otra vez. Combinaciones deliciosas, balones filtrados y un fútbol que por momentos parecía de memoria, adornaron el recital vigués en su regreso a su estadio y ante su afición.

Los tiempos

Inteligencia para jugar

El Celta, que siempre tuvo la tranquilidad de jugar con el viento a favor, exhibió inteligencia a la hora de manejar los tiempos. La presión y el ritmo alto determinaron buena parte del encuentro, y en el ecuador del segundo acto, cuando Jémez instó a los suyos a estirarse en busca del gol, los celestes recurrieron a su mejor aliado, el balón. Con una posesión de balón abrumadora y ataques muy construidos, anularon la búsqueda de oxígeno de los rayistas. Con los cambios, y el rival entregado, se vio de nuevo al Celta más machacón y ambicioso. Los vigueses demostraron que tanto los ataques muy elaborados como los contragolpes letales forman parte de su instinto.