El fútbol vuelve a Balaídos con dos equipos que juegan a tumba abierta, aunque cada uno con sus matices
29 ago 2015 . Actualizado a las 21:08 h.El Celta se estrena en Balaídos con la ilusión de encadenar su primer pleno de seis puntos desde hace una década. Alzará el telón como local ante el Rayo, tradicional bestia negra celeste, que la temporada pasada se llevó seis goles en la noche de Santi Mina. El canterano vigués será uno de los pocos ausentes en la puesta de largo de un equipo muy reconocible que quiere mejorar sus prestaciones con respecto al estreno liguero, aunque la victoria sea una excelente punto de arranque.
El fútbol vuelve a Balaídos con dos equipos que juegan a tumba abierta, aunque cada uno con sus matices. La contienda de esta noche no admite margen para la especulación y la principal duda estriba en saber quién gobernará el balón y cómo reaccionará su oponente. El Celta está preparado para vivir de la presión para robar el esférico, pero también sabe que el grupo de Jémez intentará explotar las bandas y los centímetros de Manucho. Todo pasa porque Trashorras y Baena no le ganen la partida al peculiar trivote celeste, con Augusto en la contención y con el Tucu Hernández y Wass alternando sus respectivos papeles.
Y con el balón en los pies, el Celta necesita dar menos pases para avanzar más. Ante el Levante, quizás por las circunstancias del partido, no tuvo el fútbol afilado que había exhibido en la recta final de la pretemporada. Explotar más el juego vertical y la rapidez de los jugadores de ataque se antoja clave para superar al rival madrileño.
El matiz en la propuesta de juego habitual no llevará unido un cambio de actores. El único cambio será en la portería debido a la lesión de Rubén Blanco. Vuelve Sergio Álvarez con la intención de quedarse toda la temporada en lo que debe ser el año de su confirmación plena.
Repetir la apuesta significa dar un voto más de confianza al Tucu Hernández, que no acabó de engancharse al partido en el Ciutat de Valencia. Wass, también debe ir más allá de sus destellos de calidad porque le espera una contienda sin pausa. Para el danés será su primer partido oficial al abrigo de Balaídos, un campo cuyo césped sigue estando en entredicho aunque las lluvias hayan cambiado su aspecto con respecto a las alarmas de mediados de agosto.
En el Rayo la principal duda son las molestias de Tito, que podría dejar el lateral derecho a Quini, mientras que Ebert podría tener sitio en la media punta.
En un duelo entre similares, con dos equipos que quieren partir de la salvación para soñar con metas mayores, el Celta busca su primer pleno de puntos en las dos primeras jornadas de Liga en Primera desde el año 2005, la última vez que metió su nombre en el bombo de la UEFA, un aspecto que más allá del numérico sería una refuerzo anímico para la plantilla y el celtismo a tres días escasos de cerrar el mercado de fichajes.
El Rayo llega a Vigo en busca de su primera victoria, pero después de rozarla en el estreno de Vallecas ante el Valencia de Champions, generando un buen número de ocasiones y demostrando que Paco Jémez es capaz de reinventar su equipo cada verano sin perder un ápice de competitividad y valentía. A día de hoy, no hay mejor partido entre la clase media del fútbol español. Pero toca demostrarlo sobre el rectángulo de juego.
Drazic, probable novedad en la lista tras ser descartado ante el Levante
Eduardo Berizzo no facilitó la lista de convocados en la víspera del partido como viene siendo norma aduciendo que todavía restaba el entrenamiento de la mañana del sábado, pero sí dejó ver que Dejan Drazic, que fue el descartado entre los 19 que viajaron a Valencia, tendrá un sitio en el banquillo por su carácter de delantero y aun reconociendo que el partido le pilla un punto corto de adaptación.
«Necesita más tiempo con nosotros, aunque puede ir a la convocatoria porque es un partido en casa que necesita de atacantes como él. Su perfil destraba partidos y jugar en casa a veces necesita de ese tipo de jugador. Correré el riesgo que sin la adaptación adecuada pueda ir al banco».
Todo lo contrario parece pasar con Madinda, que necesita según el técnico, que se cierre el plazo de mercado para que pueda poner sus cinco sentidos en Vigo. Con el gabonés, se quedarán fuera David Costas y Yelko, y Señé también tiene muchos boletos para ver el partido desde la grada si al final entra en la lista el último fichaje.
Como portero suplente repetirá Néstor Díaz, que estará con el primer equipo hasta que Rubén Blanco está recuperado y pueda competir por el puesto con Sergio Álvarez.
Quini y Ebert, probables novedades en los franjirrojos
El Rayo Vallecano fiel a su propuesta futbolística, buscará en Vigo imponer sus señas de identidad basadas en la intensidad y la búsqueda de la posesión aderezadas con un juego atrevido y ofensivo.
Para este encuentro, Paco Jémez sigue contando con la baja por lesión del extremo Adrián Embarba, que se recupera favorablemente, y a él se le une el portero David Cobeño, que esta semana sufrió un esguince.
En cuanto al once titular, no se esperan grandes novedades. La primera podría estar en el lateral derecho con la duda de Tito, que arrastra unas molestias, y en caso de que no llegue a tiempo su sustituto será Quini. La segunda en la mediapunta con la posible presencia del alemán Patrick Ebert como enganche, lo que podría provocar que el guineano Lass Bangoura entrase en el extremo derecho.