Hugo Mallo, en el club de los ilustres

X.R. CASTRO, ALBERTO FERNÁNDEZ VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

ALBA PEREZ

El lateral, con 24 años recién cumplidos, alcanza su séptima temporada en el Celta

28 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hugo Mallo es el ejemplo de la precocidad en el Celta. El marinense debutó en el primer equipo, sin pasar por el filial, a los 18 años, en agosto del 2009 ante el Numancia en Balaídos. Salió tras el descanso para sustituir a Roberto Lago en el lateral izquierdo y ya se quedó para siempre. Desde entonces, han pasado seis años y 182 partidos oficiales con el Celta y recién cumplidos los 24 se dispone a disputar su séptima temporada consecutiva con el conjunto vigués, algo que a lo largo de toda la historia solo han conseguido una veintena de canteranos, casi un tercio de ellos en los albores del club, en los años veinte.

Al ritmo que corre el fútbol, siete temporadas consecutivas en el club son palabras mayores, una efemérides al alcance de muy pocos. Y hasta el sábado pasado, cuando sufrió un esguince de tobillo que se quedó en una cuestión menor, el dato coincidía con el primer verano pletórico del marinense, que había recobrado la confianza en todos los sentidos. Sin perder un ápice de su intensidad defensiva, ha dado un paso adelante en la profundidad ofensiva como demostró en la contienda más cualificada hasta la fecha ante el Galatasaray.

A lo largo de estos seis años Hugo Mallo ha alimentado su palmarés con un ascenso y siendo partícipe importante del crecimiento del cuadro vigués, e incluso a nivel internacional puede presumir de haber estado nominado al Balón de Oro del Mundial de Colombia sub 20. Fue el único de aquel equipo que lo consiguió. Internacional en todas las selecciones de formación, a Hugo le falta el peldaño de la absoluta.

Quizás porque las lesiones se lo han impedido en los últimos años, accidentes futbolísticos que también han cortado su progresión definitiva y, quién sabe, una salida a un grande, ya que el marinense ha sido un asiduo a los culebrones estivales todos los años. Sin embargo, Hugo es feliz en Vigo y en el Celta. Con contrato hasta el 2019 nada indica que vaya a cambiar de aires a corto plazo.

Antes, debe seguir subiendo peldaños en el club de los ilustres del celtismo. De entrada, este año se convertirá en el quinto canterano de la historia celeste que con 24 años ya acumula siete temporadas en el primer equipo. El hito solo lo habían conseguido hasta la fecha Jorge Otero, Moncho Sanromán, Josés Luis Villar y Manolo (que tiene el récord con 16 campañas consecutivas). El quinteto solo es precedido por Pepe Lemos, que con 23 años fue capaz de iniciar su séptimo curso.

Hugo ya suma 182 partidos en seis años, superando a varios jugadores que aparecen en el ránking con siete temporadas pero que no tuvieron tanto protagonismo en el equipo. El caso más reciente lo representa el porriñés Jonathan Vila, que estuvo ocho años pero con un total de 147 partido. Este ejercicio, salvo sorpresas, podrá superar a su amigo Roberto Lago, que también con siete temporadas en el primer equipo se marchó al Getafe con 209 partidos oficiales encima. A Hugo le quedan 27 encuentros para conseguirlo, una cifra del todo accesible para quien se ha convertido en el dueño de la banda derecha desde su irrupción de la mano de Eusebio Sacristán y que en función de su estado de forma, puede estar ante la temporada de su confirmación absoluta como uno de los mejores laterales del campeonato.

El marinense sufre un leve esguince

Las alarmas del pasado sábado en Alemania se quedaron en un susto. Hugo Mallo no necesita de más pruebas médicas según fuentes del club. El diagnóstico final indica que sufre un leve esguince en el tobillo derecho que le hará trabajar al margen del grupo un máximo de dos semanas, lo que garantiza su disponibilidad para el primer partido.

La evolución de su dolencia ha sido de lo más positiva, lo que descarta cualquier complicación que pusiera en riesgo su participación en la cita ante el Levante. Hugo Mallo salió con un vendaje y una visible cojera del campo en el último amistoso en Alemania después de recibir una dura entrada cuando apenas llevaba un cuarto de hora sobre el terreno de juego.