Deberes para el centro del campo del Celta

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

mela blázquez

El Celta no consiguió imponer su fútbol en la medular en sus primeros amistosos de la campaña

22 jul 2015 . Actualizado a las 10:47 h.

La pretemporada del Celta sigue en marcha en Austria, y con ella, el trabajo impuesto por Eduardo Berizzo para conjuntar y afinar de nuevo a su equipo. Desde que la expedición celeste inició su gira europea, el equipo tiene más carga táctica en los entrenamientos y el balón es mucho más protagonista. Sin embargo, todavía queda mucho camino que andar para ajustar las líneas, como es el caso del centro del campo.

Aunque es en el ataque donde el Celta ha registrado más altas y bajas, la sala de máquinas es la zona en la que más se han percibido los cambios. En los dos primeros amistosos de pretemporada el equipo echó de menos imponer su ley en esa zona y más seguridad. Los celestes no consiguieron convertirse en una barrera infranqueable ni exhibieron la presión que tan bien había funcionado en la fase defensiva la campaña pasada. También acusaron cierto bajón a la hora de generar su fútbol, con los centrocampistas teniendo notables dificultades para convertir en fluida la conexión con los hombres de ataque. El equipo aspira a volver a jugar de memoria, pero para conseguirlo todavía tiene mucho que perfilar. Además, el Toto deberá decidir cuál es la fórmula y qué futbolistas le convencen en esas tareas.

En el primer partido Borja Fernández y Pablo Hernández formaron pareja en la primera mitad, mientras que Daniel Wass y Augusto Fernández asumieron el protagonismo en la segunda. Frente al Núremberg, sin embargo, Berizzo colocó primero un trivote con Radoja, Borja Fernández y Wass, y más tarde Augusto y Pablo Hernández formaron pareja de mediocentros.

Aunque a nivel de trabajo individual muchos de los protagonistas transmitieron buenas sensaciones, a nivel colectivo el Celta acusó la falta de un centro del campo firme y conectado. Las probaturas, sobre todo ante el Núremberg, que fue más rival que el Greuther Fürth, arrojaron demasiadas dudas.

El trivote formado por Radoja, Borja Fernández y Wass puso sobre el césped más intención que resultados. A los centrocampistas les costaba hacerse con el control del partido, dominar el balón y dar paso a la fase ofensiva. Eso hizo que Wass, que mantiene el mismo perfil de verso libre que caracterizaba a su predecesor, acabase moviéndose por todo el campo en un intento por contactar con la pelota. Lo mismo ejerció de falso mediapunta, con asistencia a Aspas incluida, que bajó hasta la zona de acción del lateral para defender y ayudar en la salida de balón.

El danés es hasta el momento una de las sorpresas agradables de la pretemporada, puesto que aunque sostiene que su perfil es más físico que el de Krohn-Dehli, que es mucho más técnico, ya ha dejado entrever que tiene calidad e instinto. Su asistencia del domingo fue una delicia.

Por lo visto hasta el momento, la alternativa al trabajo creativo de Wass en el centro del campo podría ser Pablo Hernández, que manifestó tras el partido ante el Greuther que en la demarcación de mediocentro ofensivo se encontraba muy cómodo porque le permitía entrar más en contacto con la pelota. El argentino, sin embargo, mantiene un perfil de fútbol más pausado que el internacional con Dinamarca.

El músculo en el centro

Augusto Fernández es el hombre llamado a repetir como pivote defensivo en el Celta. El argentino se adaptó a la perfección al puesto la campaña pasada y es el principal candidato a asumir esa responsabilidad. Sin embargo, el capitán todavía no está físicamente a su nivel, y eso le ha pasado factura en los partidos, en los que había acciones en las que llegaba tarde y optaba por realizar faltas tácticas que en otro contexto no habría necesitado.

Berizzo tiene ante sí además otras opciones para el puesto, ya que Radoja, con un perfil defensivo nato, a Borja Fernández, en el que ya confió en partidos la temporada pasada, y a Levy Madinda, que está pendiente de una posible salida o cesión para tener minutos.