Las dudas de un Celta cambiado

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El Celta deberá sobreponerse al reto de ensamblar una plantilla muy renovada

12 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Berizzo consiguió que su Celta, que heredaba el ideario de Luis Enrique, diese un paso adelante la temporada pasada y acabase funcionando como un reloj de precisión. Sin embargo, ese equipo perfectamente ensamblado registrará este curso un buen puñado de bajas que ponen sobre el tapete la incertidumbre de cómo se adaptarán. El Celta había proclamado que no temía que cuajasen muchas bajas este verano, pero su previsión ha quedado relegada en un cajón y, a mes y medio de que se cierre el mercado, el equipo ya ha dicho adiós a Borja Oubiña, Michael Krohn-Dehli, Santi Mina, Charles, Joaquín Larrivey -pendiente de cerrar flecos con el Norwich para su traspaso- y Álex López. A esas ausencias se podrían además sumar las de David Costas y Levy Madinda, a los que el club busca una cesión.

Con seis bajas seguras y dos más que posibles, y atendiendo a las palabras de Berizzo que anunciaban fichajes por cada baja, se hablaría de un cambio de hasta ocho piezas en el vestuario, de las cuáles varias formaban la columna vertebral del equipo. Y es que el Celta perdió a su pensador y sus dos nueves. Los recambios a esas fichas han llegado, pero ahora toca coordinarlos de nuevo y conseguir que se adapten a un fútbol ya definido. «Os cambios sempre necesitan unha adaptación, o que non sabemos é como se van adaptar. Depende dos xogadores que veñan, hai veces que fai falla máis tempo e outras menos. Espero que ese proceso requira o menor tempo posible», razonaba ayer Sergio Álvarez, consciente de que tienen por delante algo más de un mes para dar forma al nuevo Celta.

A expensas de lo que pueda suceder con Fontás y la llegada de un central, tanto la portería como la defensa céltica continuarían con los mismos protagonistas, pero en el centro del campo comienza la revolución. Daniel Wass llega para sustituir a Krohn-Dehli, pero el danés, que ya dejó claro que tiene cualidades diferentes a las de su compatriota, tiene poco bagaje como centrocampista y además tiene que pagar el peaje de adaptarse a un liga más exigente que la francesa.

La parcela ofensiva es la que más cambios registra. De los cuatro atacantes titulares que acabaron la temporada, solo continuarán Fabián Orellana y Nolito, al que muchos equipos siguen de cerca. La punta de ataque, en la que Larrivey se había hecho un sitio, parece que recaerá en manos de John Guidetti, mientras que la banda derecha, que últimamente tenía a Santi Mina como protagonista, continúa a expensas de que llegue el jugador de banda que reclamó Berizzo. La otra opción sería que al técnico le tocase barajar las cartas que ya tiene, algo que no sería extraño, puesto que también debe encajar en el entramado a Iago Aspas.

Por nombre, el Celta ha dado un paso adelante en los últimos metros, pero ahora ante el entrenador surge la duda de cómo articular a sus jugadores y conseguir que toda la maquinaria funcione a la perfección. Los nuevos atacantes deberán adaptarse a ser la primera línea de presión.

Saber si la renovada plantilla, con el perfil que caracteriza a sus futbolistas, será capaz de conservar el estilo bielsista, de presión absoluta e intensidad de principio a fin que caracterizó al equipo la temporada pasada es otra de las dudas que rodean a la nueva plantilla, que deberá demostrar sobre el césped que el paso adelante dado en nombres tiene su traducción en el casillero.