Orellana renueva su contrato con el Celta hasta el 2019

Lorena G. C.

GRADA DE RÍO

El chileno que aseguraba que «es un día muy féliz para mí», vestirá la camiseta celeste cuatro años más

08 jul 2015 . Actualizado a las 00:51 h.

Fabián Orellana será jugador del Celta hasta junio del 2019. El club anunció ayer la ampliación del contrato del internacional chileno, que finalizaba su vinculación con la entidad celeste el próximo verano. El futbolista tiene ahora por delante otras cuatro temporadas tras alcanzar el lunes por la noche un acuerdo con el Celta, que ha establecido una cláusula de rescisión de quince millones de euros. 

La renovación de Orellana era una de las tres marcadas como prioritarias por el Celta. El club quería atar a Augusto Fernández, al chileno y a Andreu Fontás, y ahora mismo la del catalán es la única pendiente y además se encuentra enquistada y no parece que vaya a tener una solución pronta.

Orellana, tras firmar su nuevo contrato con el Celta, expresó su felicidad de continuar en Vigo. «Estoy muy contento. Es un día muy feliz para mí», aseguró Orellana que se declara «enamorado de Vigo». A nivel personal también se marca nuevas metas, entre las que se encuentra recibir menos sanciones. Quiere «marcar más goles, dar más asistencias y  recibir menos tarjetas amarillas», declaró. Un objetivo que hace feliz también a Berizzo, que ayer bromeaba respecto a las tarjetas señalando que «que le vayan descontando del contrato». Para el técnico, la continuidad en el proyecto del Celta del jugador chileno «es una noticia buena, se ha integrado muy bien, es parte del equipo y no imaginaremos reemplazar a Fabián». 

Respecto a los objetivos del Celta, Orellana también quiere dar un paso adelante. «Llevamos dos temporadas muy buenas y creo que ahora tenemos que aspirar a más y a ver si conseguimos ya estar más en los puestos de arriba para llevar al Celta a Europa», señaló el jugador, que confía en seguir contando con el apoyo de la afición.

Un jugador en crecimiento

Orellana sabe lo que es defender la camiseta del Celta en Segunda y en Primera. Llegó a Vigo cuando el equipo militaba en la división de plata y en solo una temporada consiguió, además de ascender, convertirse en uno de los héroes del celtismo. Tanto es así, que cuando en el 2013 el Celta le recuperó tras su paso por el Granada, el futbolista ya tenía a la grada ganada de antemano. Esa media temporada, sin embargo, dejó ver la versión más discreta del internacional, al que Luis Enrique animó a salir durante la pretemporada. Orellana, sin embargo, se plantó. Dijo que pelearía por un puesto, y en solo unos meses cambió su rol de futbolista traspasable al de titular.

Con la llegada de Berizzo las intenciones del internacional no se vieron afectadas y se convirtió en uno de los indiscutibles del equipo, ya fuese por la banda derecha, donde comenzó la campaña, o ejerciendo como enganche, donde acabó el curso aportando gran rendimiento al equipo. Acabó el año con cinco goles que sumó a su cuenta anterior, en la que ya constaban otros 18, y se ganó sobre el césped una renovación ahora sellada.