Borja Oubiña: «No soy un icono de la cantera, pero puede que haya iniciado el camino»

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El canterano recuerda a su generación como la primera que llegó al primer equipo cuando no había nadie

26 may 2015 . Actualizado a las 12:07 h.

Borja Oubiña (Vigo, 1982) vive el día después de toda una vida vestido de corto. Oficialmente ya es excapitán del Celta. Pendiente de decidir su futuro, que seguirá ligado a la entidad, se despide recordando que siempre ha intentado dar el máximo, diciendo que no se considera un icono de la cantera, pero sí uno de los futbolistas que abrió el camino para las nuevas generaciones.

-¿Qué sensaciones tiene dos días después de la retirada?

-Cada vez mejores en el sentido del recuerdo que me queda. Cada momento que va pasando valoro más el detalle del club y la respuesta de la afición.

-¿Le costó tomar la decisión de dejar el fútbol?

-No fue difícil porque al final la rodilla fue la que tomó la decisión no fui yo. No hubo medias tintas, no hubo nada que pensar. Fue ella la que me empujó hacia el final, no tuve nada que pensar.

-¿Con qué frase resumiría su vida deportiva?

-Ser lo mejor que puedas. Es algo que tenían en el gimnasio de Birmingham y es algo que me quedó siempre, porque además de intentar resumir lo que yo he sentido a lo largo de mi carrera, es algo que he aprendido de mis padres a través del día a día, el ser mejor todo lo que puedas en lo que hagas.

-¿Se arrepiente de la decisión de ir a Inglaterra?

-No, pero quizás ese verano tomé decisiones precipitadas un poco empujado por lo que había al verano siguiente (la Eurocopa del 2008). Me faltó un poco de sentido común en aquel momento, pero luego es mala suerte. Me hubiese gustado vivir una experiencia que me apetecía, que era jugar en la Premier. Que hubiese durado un poquito más y que luego no hubiese tenido las consecuencias negativas que tuvo para mi carrera.

-¿A qué achaca la raíz del problema que lo saca del fútbol, a la lesión o a la primera operación?

-A la lesión, porque si no hay lesión, no hay más. Cuando te lesionas vas a tener secuelas seguro, si no es ahora, es más adelante aunque tengas la operación perfecta del siglo. A partir de ahí son muchas circunstancias: igual la operación no fue perfecta, luego hay unas consecuencias, pero tampoco se sabe muy bien si tuve o no una infección, si primero había una bacteria y luego había otra. Luego decidimos no sacar la plastia y en vez de volver a empezar seguir hacia adelante a ver si iba. Tomas decisiones a lo largo de quince meses y todas las decisiones resultan erróneas.

-¿Se considera un icono de la cantera del Celta?

-No soy un icono de la cantera, pero puede ser que haya iniciado un camino. Luego hay una realidad, que es que el club entiende de manera correcta que para poder distanciar a muchos equipos de Primera la clave está en potencial la cantera. He sido uno de los que ha tenido la oportunidad de comenzar a jugar cuando no había nadie. Estos días parece que solo estuve yo allí, en aquella época, cuando también hubo otros que asomaron la cabeza, aunque yo tuve la suerte de tener más continuidad que ellos.

-¿Qué quiso decir con la frase de que se marcha sin ser el jugador que había podido ser?

-No me refería ni a trayectorias ni a numero de partidos ni a otros clubes. Me refería a la sensación de futbolista de haberme retirado y haber dicho: ?No he podido ser mejor?. Esa es la sensación que tengo, que me he quedado corto. Me hubiese gustado continuar la sensación que tenía a los 24 años. Saltaba a un campo y no tenía miedo a ninguna situación que se diese sobre el césped. Luego, al volver tras la lesión, he tenido que reinterpretarme. Había situaciones que se daban en el juego en las que tenía dificultades, Paco me las hizo ver bastante bien y he tenido que amoldarme y cambiar, y eso es algo que cuesta.

«Me gusta esta idea de club, creo que puede ser un rasgo diferenciador con los demás»

Pendiente de aclarar su futuro, Oubiña considera que la figura de Carlos Mouriño ha cambiado a un Celta del que destaca su estabilidad.

-¿Cómo ve al Celta actual?

-Super estable a nivel de estructura de club, de estabilidad, intentando crecer, es evidente, es algo que es necesario. Hacer crecer a la base a través de la ciudad deportiva, que es muy importante, y luego a nivel de primer equipo siguen con una línea bien definida, no tanto de metodología, porque cada entrenador es diferente, sino con una idea del perfil de jugadores que se quieren. Yo creo que ha calado dentro del club y el aficionado y creo que es una idea fantástica.

-¿Mouriño ha cambiado al club?

-Sí. Par mí, que conocí las dos partes, es mejor. Me gusta la idea del club, creo que puede ser un rasgo diferenciador con respecto a otros clubes, no solo a nivel social, también para que la gente se sienta arraigada con la gente de aquí. A nivel deportivo tenemos un potencial en Galicia que hay que potenciar para ser mejores que otros clubes con los que competimos en Primera.

-¿De qué se ve en el Celta?

-No lo sé, ahora mismo la cabeza tiene muchísima información y hay que darle vueltas y forma. En eso estamos, en intentar ordenar todas las ideas e intentar saber en donde puedes ser útil a día de hoy, no dentro de dos años.

-¿De corto o en un despacho?

-Lo veremos. Ahora mismo puede ser que comiences de una cosa y acabes de otra. Esto es muy largo y tiene muchas variantes.