El último será el primero

vigo / la voz

GRADA DE RÍO

Salvador Sas

Rubén debutó en la despedida y apunta a titular en el estreno de la próxima Liga

25 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El precepto bíblico de que los últimos serán los primeros puede tener su reproducción en la portería del Celta. Rubén Blanco se convirtió en el último jugador en debutar en la recién clausurada temporada, cuando todo indicaba que Sergio sucedería a Cañizares como heredero del pleno de minutos. Fue cuando Del Cerro Grande enseñó al de Catoira la tarjeta roja directa. La expulsión acarreará un partido de suspensión para la próxima temporada, lo que significa que a dos meses y medio vista, el de Mos se perfila como el portero titular para la primera jornada.

Rubén llevaba dos años sin jugar en Liga. La última vez había sido también contra en Espanyol, en el famoso partido de la permanencia del 4 %. En aquella ocasión el mosense fue pieza clave para el triunfo, pero el sábado apenas tuvo incidencia en el desenlace. Nada pudo hacer en ninguno de los dos goles. Salió para enfrentarse al penalti y Sergio García le engañó por completo, y en el segundo, Stuani estaba en una situación demasiado ventajosa como para hacerle frente.

A mayores, resolvió sin problemas otras cuatro intervenciones en un partido en donde el Celta llevó el peso del balón en casi todo momento. La contienda no era una reválida para él. Berizzo había comentado antes del partido de Valencia que «no necesito verlo un partido para tomar una decisión. Sé de sobra lo que puede aportar». Desde su llegada ha tenido claro que la portería estaba bien cubierta con dos hombres de la casa.

El Toto también reconoció el sábado que O Gato era la cara triste de la celebración final. Después de toda una vida de sacrificios a la sombra de Javi Varas y de Yoel, le había llegado el turno de la titularidad y sus buenos servicios estaban a punto de reportarle jugar el pleno de minutos. Sin embargo, tal privilegio solo lo consiguió Kameni, el portero del Málaga. El penalti sobre Sergio García a los 19 minutos le impidió terminar la Liga. Del Cerro grande lo recoge así en el acta: «Derribar a un rival que se escapaba hacia la meta contraria abortando con su acción una manifiesta y clara ocasión de obtener un tanto».

Sergio Álvarez se marchó desolado por no poder igualar el registro firmado por Cañizares en el lejano 1993 y porque no poder jugar el primer partido del próximo curso significa comenzar en desventaja. Aunque O Gato ha salido de entuertos peores.