Entre Barreiro y el Camp Nou

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Borja Fernández, a sus 19 años, vive a caballo entre Primera y Segunda B

28 mar 2015 . Actualizado a las 17:43 h.

La temporada de Borja Fernández se ha convertido en un constante sube y baja en el que un día intenta armar la sala de máquinas del Celta B en el campo de Barreiro, y al domingo siguiente le encomiendan batirse el cobre con el Barcelona en el Camp Nou. Es lo que tiene ser uno de los elegidos por Eduardo Berizzo para trabajar a caballo entre el filial y el primer equipo. «Es una temporada un poco rara en ese sentido, un fin de semana estás en un lado y al otro, en el otro, pero estoy muy contento y solo intento aportar lo que me piden en cada momento», cuenta el canterano.

Su titularidad ante el Getafe en el primer partido de Liga fue la primera parada en la élite de un jugador que ya sabe lo que es enfrentarse al Athletic -en tres ocasiones-, al Valencia y también al Barcelona en su feudo. Ronda los 130 minutos en Liga y los supera en la Copa del Rey. A ello se suman los partidos que ha jugado con el filial. Un ida y vuelta que exige cambiar el chip y adaptarse a cada realidad. «Tienes que saber a lo que juegas con cada equipo e intentar hacer lo que el entrenador te pide, adaptándote lo antes posible». Cuando le ha tocado ejercer de mediocentro a las órdenes de Berizzo ha intentado aprovechar su oportunidad, buscando soluciones efectivas y sin arriesgar en exceso. Su porcentaje de éxito en el pase del 88 % y el 75 % de balones aéreos en los que se ha impuesto lo confirman.

Lo más difícil, reconoce, es tomar el pulso al fútbol vertiginoso e intenso de Primera. «El físico de Primera hace que el ritmo sea alto casi los 90 minutos y los entrenamientos también son muy intensos. Además, la experiencia de muchos jugadores marca la diferencia en esos metros decisivos».

Trabajar codo con codo con jugadores del máximo nivel y competir con ellos ha permitido al canterano, de diecinueve años, dar un paso adelante en su fútbol. «Cuando estás jugando con muchos de los grandes jugadores de la Liga, con gente de mucha calidad, tienes que estar más atento y concentrado. Creo que he madurado». En todo caso, matiza que el cambio no es tan brutal como podría parecer, entre otras cosas, porque lleva años trabajando en el Celta bajo la misma metodología. «Desde pequeños se intenta que sigamos el esquema del primer equipo, la misma mentalidad, tener la posesión, atacar y hacer daño. Eso facilita mucho las cosas porque siempre tienes las bases aprendidas».

Pendiente del menisco

La temporada más ilusionante de Borja Fernández ha incluido un revés en forma de lesión. Hace algunas semanas, tras el partido frente al Somozas, el mediocentro se resintió de unas molestias, y tras ser examinado por los servicios médicos detectaron que sufría una pequeña rotura en el menisco externo de su rodilla derecha. «Me dijeron que ya era una rotura antigua. Es en una zona en la que se tolera bien el dolor y por el momento estoy aguantando». Sigue un tratamiento conservador que por el momento le permite evitar el quirófano, pero nada está descartado. «Va a depender de cómo evolucione. Puedo no tener dolor esta semana y para la próxima no poder ni andar». Él espera que la lesión le respete.