Orellana vira a la mediapunta

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LA VOZ / VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

El delantero explota la polivalencia que le ha acompañado en toda su carrera

23 mar 2015 . Actualizado a las 11:54 h.

Fabián Orellana ha encontrado la madurez futbolística en el Celta. Primero de la mano de Luis Enrique y ahora con Eduardo Berizzo, el chileno ha dado un paso al frente en su fútbol. Como si se tomase más en serio su profesión, el internacional con Chile ha vivido durante el último año en un permanente momento dulce consecuencia de la intensidad con la que sale a cada partido, y sin importarle la zona del campo en la que le toca ejercer.

La temporada pasada acabó convirtiéndose en pieza irreemplazable en la banda derecha, y en esta está cumpliendo tanto por la zona diestra del ataque, como cuando Berizzo le encomienda la mediapunta. Ante el Levante al chileno le tocó viajar al centro del campo para hacerle sitio en el once a Santi Mina. Ejerció de enganche entre el doble pivote que compusieron Augusto Fernández y Michael Krohn-Dehli y el ataque que articulaban Nolito, Larrivey y el propio Mina, y cumplió.

Orellana se multiplicó en todo el frente del ataque generando fútbol, abriendo espacios y también fallando ocasiones claras. Fue el pero del chileno en el Ciutat de Valencia, donde se peleó con el palo y echó en falta más confianza en el remate para abrir el partido.

El traslado de Orellana a la mediapunta no fue algo nuevo esta temporada. Berizzo ya le había encomendado esa función en otros dos encuentros, como en los duelos ante el Córdoba y el Valencia. Ese viraje al medio no es novedoso tampoco para el internacional, que llegó al fútbol español con la etiqueta de mediapunta y de hecho en el Granada, su última parada antes de su desembarco definitivo en Vigo, ejercía como tal.

Aunque en el Celta sus entrenadores han preferido aprovechar las cualidades de Orellana cerca de la línea de cal, el chileno se ha movido por todo el frente de ataque a lo largo de su trayectoria. En el Audax Italiano compaginaba la mediapunta con ambas andas, y en determinados encuentros incluso retrasaba algunos metros su posición para ayudar al equipo en la salida de balón.

En el Xerez el Poeta acostumbraba a desempeñar sus funciones por la banda izquierda, mientras que en el Granada actuaba habitualmente como enganche. En la selección chilena también alternó las bandas en función del entrenador que le dirigiese, e incluso de la mano de Bielsa llegó a ensayar como ariete.

La polivalencia, una de las armas que valora la dirección deportiva céltica en sus jugadores, está en los pies de Orellana y al servicio de un Berizzo dispuesto a sacarle provecho.