El argentino solo experimentó una racha negativa en su primer año como técnico
30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Eduardo Berizzo se enfrenta a una situación nueva. En sus años como entrenador solo en una ocasión tuvo que encarar una mala racha de resultados, y en ningún caso llegó a la magnitud de la que atraviesa en el Celta. Por eso el reto de reflotar al equipo es doble para un entrenador que a la sensación de desazón por los duros reveses suma el sentir intensamente la camiseta céltica.
Estudiantes de La Plata, O'Higgins y el Celta son los tres clubes en los que el Toto ha ejercido como primer entrenador, y en el club argentino vivió solo una situación similar a la que ahora experimenta en Vigo. Tras comenzar como un tiro la campaña, sumando cinco victorias y solo dos derrotas, Estudiantes encadenó siete jornadas sin ganar. Cuatro derrotas y tres empates, con la consiguiente caída peligrosa del equipo, hicieron que el técnico celeste se replantease su continuidad y tras su séptima derrota presentó su dimisión.
La experiencia en Estudiantes en su primer proyecto como preparador había sido hasta el momento la más complicada para Berizzo, que en sus años en Chile no sufrió agujeros negros en cuanto a resultados como los que ahora vive en Vigo. La peor racha del entrenador se limitó a cuatro jornadas sin ganar (empate-victoria-victoria-empate) durante el torneo Clausura 2012.
Al frente de O´Higgins, al que convirtió en campeón, Berizzo encadenó nueve triunfos, dos empates y cuatro derrotas en el torneo Apertura 2012. En el clausura los números del equipo empeoraron, firmando cinco triunfos, cinco empates y siete derrotas que se olvidarían con los éxitos del 2013.
En el torneo Transición de ese año Berizzo dio un nuevo paso adelante con O´Higgins al celebrar nueve triunfos, cuatro empates y tan solo cuatro derrotas. Números que en el Apertura 2013 explotarían para convertir en campeón al equipo. Dos únicas derrotas, tres empates y doce victorias permitieron al técnico alzarse con el título de campeón encadenando una traca final de cinco triunfos consecutivos.
El 0-1 maldito
Las derrotas por la mínima se han convertido en la peor pesadilla en el Celta, que ha perdido seis encuentros por ese resultado. Ese castigo máximo a manos de un único gol también lo sufrió Berizzo en sus anteriores proyectos. De las 23 derrotas -computando solo la Liga regular- encajadas por el Toto antes de llegar a Vigo 9 cuajaron por tan solo un gol del rival. La penalización más dura.