Tres decisiones arbitrales en contra en otros tantos partidos en una semana. En el Celta no disimulan su descontento, pero prefieren achacarlo a errores puntuales que han coincidido en el tiempo. Todo comenzó con la expulsión de Cabral en el derbi cuando Zé Castro había cometido las mismas faltas y se quedó en el campo, siguió en Almería con dos penaltis no pitados en la Copa y continuó con el gol en claro fuera de juego de Jordi Alba el sábado en el Camp Nou.
Paco Herrera admitió su preocupación «porque haya sido en los últimos partidos de manera seguida». En su análisis, el técnico indica que «en Almería hubo dos penaltis muy claros que no se pitaron, una decisión tan pareja la misma situación para el Deportivo y para nosotros, que aún en las imágenes eran más clara salimos perjudicados y la última clama al cielo, me llamó un amigo entrenador y me dijo en plan de broma que lo había visto [al linea] dos días antes vendiendo cupones. Se hace difícil entender como esa situación no se puede ver. Espero que sea una cosa puntual que nos está afectando a nosotros porque pienso que los árbitros trabajan con total honestidad».
Mario Bermejo se centró sobre todo en el fuera de juego de Alba: «Cuando hay fueras de juego dudosos, pues bueno, pero el del sábado es inexplicable como no lo pudo ver, si hubiese sido al revés y más justo lo hubieran pitado. El que falló clamorosamente fue el asistente». Iago Aspas mostró su disconformidad en la cuenta de Twitter: «Lo de los árbitros de broma, pero hay que seguir luchando».