«Me he bañado muchas veces en la playa nudista de Arealonga»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

GENTE

CÉSAR DELGADO

La familia Lorenzo, afincada en Mallorca, tiene en Porto do Son su lugar de veraneo

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel Lorenzo, Chicho (Caracas, 1958), encuentra en sus vacaciones de verano en Porto do Son la energía que pierde, por trabajo, el resto del año. Desde que abandonó esta villa, que considera su tierra natal, con 27 años, su liturgia estival pasa por regresar cada doce meses para disfrutar del presente y recapitular los mejores momentos de la infancia.

-¿Es hombre de playa?

-Me gusta mucho pero yo vivo en Mallorca y al comparar la temperatura del mar en las Islas Baleares con la del océano Atlántico me cuesta un poco entrar. Aún así en Galicia me baño por devoción, entrar y salir, poco más que está muy fría.

-¿Se queda con alguna en especial?

-La que está al lado del castro de Baroña, que es nudista (Arealonga). Tiene una energía fantástica que, si te pegas un baño, sales con las pilas cargadas a tope.

-Hace referencia a un arenal que en los ochenta se hizo muy popular por un movimiento que reivindicaba el derecho al nudismo, ¿conoció de cerca todo aquello?

-¡Claro que lo viví! Además me he bañado en pelotas muchas veces en esa playa. Era un placer, en aquellos años, poder hacer algo así de transgresor en una playa tan bonita y simbólica para los vecinos de Porto do Son por todo lo que hay alrededor, como el castro, y el ambiente. Todavía hoy, por suerte, existe esa sensación de libertad.

-Reencontrarse con la cocina gallega también será un gusto, ¿no?

-Y tanto, pero no solo eso, también me gusta ir a comprar la comida, hacerla y luego, por supuesto, comerla.

-¿Qué tal con las placeras? ¿No intentarán cobrarle de más por ser turista?

-[Ja, ja, ja] Para nada... Voy cada mañana o tarde a comprar el pescado y el marisco, verduras, frutas. Todo lo compro en el mercado del pueblo.

-Porto do Son, como buena villa marinera, tiene tradición de ir de vinos, ¿se apunta?

-¡Hombre claro! Ir a tomar unos vinos antes de comer, o unas tapas, es un placer, sobre todo en estos meses que hay un gran ambiente y te reencuentras con muchos viejos amigos.

-Hablaba antes de la energía de la playa de Baroña, ¿cuando finaliza su estancia estival en O Son también tiene la misma sensación?

-Venir cada año a Porto do Son es una manera de resetear y regresar con más energía al trabajo. Ahora mismo (ayer a las 12.30 horas) estoy a punto de volar a Buenos Aires, y este es uno solo de todos los muchos vuelos que realizo por América o Europa cada año. Aún así, si tengo la oportunidad de regresar a Galicia en otra época que no sea verano siempre lo intento.

-¿Y su hijo Jorge?

-Hace tiempo que no viene a Porto do Son por motivos evidentes de trabajo, pero tiene que hacerlo para inaugurar una calle que le dedicaron. El problema es que no hay manera de encajar tantos compromisos.

- ¿Cuáles son los recuerdos más entrañables para Jorge de sus veranos en Porto do Son?

-Hay muchos, ya que él pasó todos los veranos de su infancia en nuestro pueblo y acumula numerosas vivencias que no olvida.

-¿Conserva (Jorge) los amigos de la niñez?

-Los tuvo y los conserva, el problema es que ellos también se fueron de O Son para buscarse la vida y ahora están todos dispersos trabajando en diferentes lugares.

-¿Se plantea regresar a su villa natal para instalarse definitivamente?

-A tanto no llego, pero sí me gustaría que saliese algún proyecto en Galicia, o incluso en O Son, para pasar más tiempo aquí. Normalmente estoy afincado en Mallorca, que es otro paraíso y estoy muy bien allí. El clima me permite bañarme cada día del año si quiero.