¡No te lo tomes «Amal»!

GENTE

Diez millones de euros para una boda como las del común de los mortales

12 oct 2014 . Actualizado a las 14:29 h.

¿Ustedes se han fijado en el arco este de flores tan bonitísimo de la izquierda? Pues eso es lo que se pone en las bodas de lo que las revistas llaman la realeza de Hollywood (a mí que me lo expliquen) y que cuestan diez millones de euracos. Que en la boda de mi prima había exactamente lo mismo y con un presupuesto por ahí 500 veces menor. Entiendo que Jorge (alias George) y Esperanza (también conocida como Amal) habrán cumplido con todas y cada una de las tradiciones de boda que incluyen ese arco tan elegante a la par que sencillo y clásico. Es decir. En algún puente de Venecia tiene que haber colgada una sábana pintada con spray que ponga «Jorge y Amal se casan. Non era sen tempo, Jorgito» o algo así. Pa ir calentando motores. Luego ya mandarían las invitaciones en un sobre lacrado (esto del lacre siempre me ha obnubilado muchísmo) y le empezaron a llegar los colegas de Cuenca, y los que ahora están viviendo en Lleida, y la familia de Pamplona, y todo así. Todo esto se ve en las fotos de las revistas, no me lo estoy inventando.

Pero la mejor parte es lo de la ceremonia en sí. Que llega ella con un vestido que yo no sé si Óscar de la Renta tiene degeneración macular o qué, porque ese vestido no está bien para una mujer hecha y derecha que representa a Julian Assange, con ese velo y esa cosa, no hay necesidad de estas cosas en una boda entre dos personas humanas y adultas, que parece que vas disfrazada de la princesa prometida y tú no eres Lady Di, querida Amal, no te lo tomes a mal, pero aquí las que están verdes de envidia, pero de envidia de la mala mala, dicen que con ese maquillaje y ese todo que te ponen una lata de cerveza en la mano y eres cantante de Nancys Rubias y haces un anuncio con Alaska contando que eres de Vicálvaro, no digo más.

El discomóvil

Que claro, glamur tendente a cero cuando en el reportaje fotográfico te sacan como Rociíto en los momentos preboda con el albornoz y bebiendo champán con las amigas, porque todo el mundo sabe que en las bodas bien los chicos con los chicos y las chicas con las chicas, no hay que mezclar, se mezclan ya luego de la ceremonia -ojo, llevaban los cojincicos esos bordados con las alianzas, todo muy top boda-de-mi-prima-la-del-pueblo pero con diez millones de pavos en la mano- para el momento bebercio a tope después de la cena en un salón que solo me sale la palabra BROCADO para describirlo, sé que no tiene sentido pero era así BROCADO de todo. ¿Qué discomóvil habrán contratado Jorge y Esperanza para la barra libre? Porque según parece, el tequila corría por sus venas porque algún colega cuñao (el cuñao de la boda no puede faltar) se lo trajo de su casa porque es buenísimo, y sale Matt Damon a tope de power mazándose a chupitos y al lado una chica con un vestido que no me siento capacitada para calificar bebiendo en plan glamur de todo a cien.

Hablando de fotos. No comentaré más el arco ese bonitísimo que yo sueño con tenerlo en mi boda (NO) pero hablemos de esa foto de Esperanza con un vestido años 20 también de Óscar de la Renta -en serio, qué le pasa a este hombre, Óscar, tú antes molabas- a lo actuación Norma Duval, rodeada de los maromos de la boda con traje. ¿Se habrán echao a bailar? Que no es la peor. No. No. Es que también tienen la mítica foto de después de casarse con los padres. Y tendrán la de las amigas, de los amigos, de los primos de Ciudad Real... ese book absurdo hecho a base de novios con la misma cara y cachos de la familia sin orden ni concierto ahí puestos al lado. Que por eso tardan dos horas en llegar los novios al restaurante, que estás tu ya fuertecito después de tres vermús en ayunas y pensando seriamente en roerle el brazo al de al lado porque notas la desnutrición tomando posiciones.

Total. Que al final del evento, lógicamente, habrá repartido el típico objeto absurder de recuerdo. Creo recordar que era una foto de los dos con una nota de agradecimiento (que ya es un pelín hortera). Ahí decepcionan, porque con esta boda de granjero último modelo, lo mejor sería haber repartido las mitiquísimas bandejitas grabadas con un «Jorge y Esperanza» y la fecha de la boda. He dicho.