El nieto menor de la reina Isabel II recibe ahora los 12 millones de euros que le dejó su madre tras su muerte en París en 1997
15 sep 2014 . Actualizado a las 21:25 h.El príncipe Enrique de Inglaterra, nieto de la reina Isabel II, ha celebrado este lunes en privado su 30 cumpleaños, después de participar en Londres en los juegos Invictus, un evento deportivo reservado para excombatientes heridos en conflictos. «Ha estado muy ocupado estos días en los Invictus, así que pasará el día en privado», anunció escuetamente una portavoz del palacio de Kensington, su residencia oficial.
El hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales, cuarto en la línea de sucesión al trono británico, fue el encargado de promover este evento en el que participaron excombatientes de varios países. Durante el fin de semana, Enrique comentó que empezaría a celebrar su cumpleaños la noche del domingo tomándose una pinta de cerveza con Dave Henson, capitán del equipo británico en esos juegos.
Soltero y sin compromiso, Enrique estuvo en la ceremonia de clausura de Invictus, que ha durado cuatro días y que se ha celebrado en el parque olímpico, en el este de la capital británica. Los juegos, en los que participaron soldados mutilados en guerras, están inspirados en los que se celebran en EE.UU. desde el 2010.
Al cumplir 30 años, el príncipe recibe la herencia de 10 millones de libras (12 millones de euros) que le dejó su madre tras su muerte en París en 1997. El príncipe -que con apenas once años caminó detrás del ataúd de su madre el día del funeral en Londres, el 6 de septiembre de 1997- es respetado en el Reino Unido por sus trabajos con fines benéficos y por haber estado destinado en Afganistán.