Los príncipes de Asturias regresan a España tras su viaje por Estados Unidos

EFE

GENTE

El príncipe Felipe y Letizia Ortiz han estado una semana de gira por California y Florida

20 nov 2013 . Actualizado a las 18:13 h.

Los príncipes de Asturias han aterrizado esta mañana en un avión de la Fuerza Aérea en la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid), en el regreso de su viaje de una semana por Estados Unidos.

El príncipe Felipe y Letizia Ortiz han visitado de forma oficial California y Florida, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz.

El vuelo llegó a la base militar hacia las ocho de la mañana procedente de Miami, última etapa de su periplo estadounidense.

Durante una semana, los príncipes han tenido una nutrida agenda de actos institucionales, económicos, culturales y conmemorativos, desde el 300 aniversario del nacimiento del evangelizador de California, Fray Junípero Serra, hasta el quinto centenario de la llegada a Florida de Juan Ponce de León.

Baño de españolismo como despedida

Los príncipes de Asturias vivieron hoy uno de sus actos más emotivos y simpáticos de su visita oficial a los EE.UU., en el patio de un colegio de Miami donde niños que cursan estudios en inglés y castellano les obsequiaron con un auténtico festival español, con música, baile y poesía.

En la visita hubo todo tipo de tópicos, desde el «Asturias patria querida» interpretado por tres niñas vestidas con el traje regional asturiano acompañadas a la guitarra por dos compañeros, hasta el «Que viva España» de Manolo Escobar, bailado por alumnos vestidos de flamenco y coreado y seguido a las palmas por todos los asistentes.

Los niños mostraron entusiasmo y la mayor voluntad del mundo en todas las actuaciones con las que fueron desfilando ante el príncipe de Asturias y su esposa Letizia, sentados en la primera fila de un grupo de sillas plegables, y que habían sido recibidos en la Coral Way K-8 Center de Miami con ovaciones y vítores de los alumnos al más puro estilo americano.

Con banderas españolas y de los EEUU en sus manos, los alumnos seguían el espectáculo de sus compañeros desde las galerías altas del patio, ajardinado, con árboles y una fuente en el centro flanqueada por las banderas española y estadounidense, que también fueron presentadas con todos los honores, himnos incluidos.

Los pequeños representaban a seis colegios integrados en el programa educativo bilingüe del estado de Florida, una iniciativa que comenzó hace cincuenta años y cuyos frutos pudieron comprobarse, más allá de los lances folclóricos y el aluvión de tópicos con los que agasajaron a unos príncipes venidos del otro lado del Atlántico.

Porque en sus declamaciones -Bécquer, Machado, Martín- los alumnos demostraron claramente su amor a la lengua de Cervantes, quien precisamente apareció ante los presentes encarnado en un niño que representaba el papel del ilustre autor aconsejando a un niño las cualidades que debía procurar cualquier aspirante a escritor.

Así, desfilaron ante Felipe y Letizia la lectura, el estilo propio, la inspiración, el entusiasmo y la voluntad, en forma de carteles portados airosamente por otros alumnos que representaban a autores como Juan Ramón Jiménez o Gloria Fuertes.

El colofón lo puso un grupo de niños de la International Studies Preparatory Academy, vestidos completamente de negro, que lograron crear un cerrado silencio entre los invitados, entre ellos el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y diversas autoridades locales.

Porque su aportación a la jornada festiva fue el «Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías», de Federico García Lorca, la conmovedora elegía a su amigo torero transportada desde el corazón de Andalucía, por obra y gracia del segundo idioma más hablado del mundo, hasta el corazón hispano de los EEUU.