Mitos y realidades de la princesa Corinna

GENTE

Nacida Corinna larsen y conocida como la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein tras divorciarse de un aristócrata alemán con ese título, esta mujer ha removido los cimientos de la monarquía española cuando se destapó su estrecha relación con el rey. Sobre ella se ha escrito de todo, aunque no todo es rigurosamente cierto

05 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Para unos es la reencarnación de Mata Hari. Para otros, una arribista cortesana. Hace apenas un año muy pocos en España sabían de su existencia. Hoy siguen siendo pocos los que la han visto en persona, pero casi todos han oído hablar de ella. ¿Quién es de verdad Corinna zu Sayn-Wittgenstein? Desde que en abril del 2012 el accidente de caza sufrido en Botsuana por el rey Juan Carlos sacó a la luz su estrecha relación con esta enigmática mujer, se han escrito multitud de historias sobre ella. Pero es difícil separar lo real de lo inventado. La verdad, del rumor interesado. Ella contribuye a esa confusión con ambiguas declaraciones en las que insinúa un vínculo muy cercano con el monarca y una actividad profesional al servicio del Gobierno español, pero sin acabar de concretar el alcance de ninguna de las dos cuestiones.

¿Es realmente una princesa?

Nació en 1964 como Corinna Larsen, en una familia de clase media. Su padre, Finn Bönning Larsen, era ejecutivo de la línea aérea brasileña Varig. Corinna se casó a los 25 años con el empresario británico Philip Atkins, con el que en 1992 tuvo una hija, Nastassi. Tras divorciarse en 1995, contrajo de nuevo matrimonio en el 2000 con el aristócrata alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein, con el que tuvo un hijo, Alexander, y del que también se divorció en el año 2005. Pese a ello, mantiene este último apellido, se hace llamar alteza serenísima y se presenta a sí misma como princesa. Corinna asegura tener derecho a utilizar ese título y tratamiento mientras ella o su último marido no se casen de nuevo, cosa que no ha ocurrido, aunque los expertos aseguran que ni es princesa ni alteza serenísima, dado que está legalmente divorciada de Casimir.

¿Qué relación tiene con el rey?

En una entrevista en el diario El Mundo, Corinna describe su relación con el rey como una «entrañable amistad». Según su versión, lo conoció en el 2004, un año antes de su último divorcio, durante una cacería celebrada en Castilla-La Mancha, en la finca de un duque británico. En declaraciones al New York Times, negó ser amante del rey, aunque dejó claro que lo conoce muy de cerca. «Cuando entra en una habitación irradia cordialidad y carisma, y conecta con todo el mundo. Nadie permanece intacto», afirmó sobre el monarca, al que valora como un «tesoro nacional» para España. Nadie confirma que la relación vaya más allá, aunque varias fuentes aseguran haberlos visto juntos, especialmente a partir del 2006, en diferentes lugares. Tras el accidente en Botsuana, el diario El País publicó, citando fuentes de la Casa del Rey no desmentidas, que don Juan Carlos mantendría a partir de ese momento «una mayor discreción con respecto a las amistades personales», pero «no renunciará a esas amistades, que incluyen la estrecha relación que desde hace años mantiene con la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein».

¿Vivió en El Pardo?

El portavoz del Sindicato Independiente de la Policía, Alfredo Perdiguero, aseguró que Corinna utilizó durante cuatro años en sus desplazamientos a España la vivienda situada en la finca La Angorrilla, propiedad de Patrimonio Nacional y situada muy cerca del palacio de la Zarzuela, en la que residía junto a su hijo Alexander. En un programa emitido en 13 TV, vecinos de la zona declararon conocer que Corinna y su hijo se alojaban allí bajo fuertes medidas de seguridad. Ella lo niega. «Nunca he vivido en España», aseguró en una entrevista en la revista Hola. Izquierda Unida preguntó al Gobierno si residió en dependencias del Estado. En su respuesta, el Ejecutivo no lo desmiente, pero se limita a señalar que en los archivos no consta que Corinna sea una de las personas que han alquilado alguna vez dependencias de Patrimonio Nacional para reuniones comerciales. Respecto a si ha utilizado «servicios del Estado» como coches oficiales o secretarias, el Gobierno contesta que estos medios se asignan a «autoridades y altos cargos», dando a entender que el monarca dispone libremente de los medios asignados. La Angorrilla fue rehabilitada íntegramente en el 2006, dos años después de que Corinna conociera al rey.

¿Estaba en Botsuana con el rey?

Sí. Así lo ha confirmado su exmarido Philip Atkins, que también participó en abril del 2012 en la cacería en la que el rey se fracturó la cadera y que aseguró en la revista Vanity Fair que Corinna «lleva viajando con el rey desde hace ya bastantes años». Además de su primer marido, en aquella expedición en el país africano estaba también Alexander, el hijo que Corinna tuvo con su segundo esposo, Casimir zu Sayn-Wittgenstein. El propio Atkins admitió que puede parecer «insólito o extraño» que el rey estuviera allí junto a este peculiar grupo, pero explicó que se trataba de un «viaje de familia y amigos». «Somos libres de vivir nuestra vida como queramos», aseguró Atkins, que confirmó también que aquella cacería fue sufragada por el empresario sirio Mohamed Eyad Kayali, que invitó a todos los gastos, incluidos los del rey. Respecto a cómo se produjo el accidente del monarca, explicó que el rey «se desorientó» porque «todo estaba muy oscuro» y «cuando estás en un ambiente así no sabes exactamente dónde está la habitación o la altura de la cama». «Las especulaciones que siguieron al viaje a Botsuana me dolieron. Fueron innecesarias y dañinas», aseguró la propia Corinna en la entrevista en Hola.

¿Ha trabajado para el gobierno?

Ella asegura que sí, pero tanto el Gobierno actual como el anterior lo desmienten. «He hecho trabajos gratis, pro bono para el Gobierno español», aseguró Corinna a El Mundo. Precisó que fueron «asuntos clasificados, situaciones puntuales» que ella ayudó a solucionar «por el bien del país». En el New York Times fue más lejos y se presentó como «asistente estratégica del Gobierno español» a través de su compañía Apollonia Associates. En una respuesta por escrito a IU, el Ejecutivo aseguró sobre Corinna: «No ha recibido encargo alguno por parte de este Gobierno ni ha estado nunca en posesión de un pasaporte diplomático español».

Alfredo Pérez Rubalcaba, ex vice presidente del Gobierno socialista, niega también «rotundamente» que se le encargaran a la princesa trabajos «delicados». El director del CNI, Félix Sanz Roldán, aseguró igualmente ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, según fuentes que asistieron a esa declaración, que el servicio de inteligencia no ha encargado nunca ningún trabajo a Corinna. Sanz Roldán dijo desconocer, sin embargo, si ha realizado trabajos «clasificados» para el Gobierno u otros organismos.

¿Asesora y acompaña al rey?

«Lleva viajando con el rey desde hace ya bastantes años. Es una especie de asesora», aseguró la diseñadora Bonnie Young, amiga de Corinna. La princesa no se ha referido nunca, sin embargo, a su relación profesional con el monarca. Lo cierto es que existen fotografías en las que aparece en actos públicos junto a don Juan Carlos. El diario alemán Bild publicó una imagen tomada en el 2006 en Stuttgart en la que Corinna aparece unos metros detrás del rey tras descender de un avión y mientras se les rinden honores militares. En otra foto, tomada en el castillo de Schökingen, a cinco kilómetros de Ditzingen, el pueblo natal de Corinna, el rey aparece sentado a la mesa junto a la princesa alemana. También figura junto al rey y los duques de Palma en una foto del 2006 en los premios Laureus World Sport, fundación para la que trabaja.

Diversas fuentes confirman que Corinna viajó ese mismo año a Arabia Saudí junto a los reyes y fue presentada como asesora del Gobierno. Un año después, don Juan Carlos presentaba en el palacio de El Pardo, también con la presencia de Corinna, el proyecto de un Fondo Hispano Saudí de Infraestructuras y Energía, un proyecto fallido de inversión en el que la princesa participó como intermediaria y por el que cobró una comisión de cinco millones de dólares, según se ha publicado. Se la ha vinculado también con en el intento de vender a Arabia Saudí 250 tanques Leopard españoles, algunos de cuyos componentes se iban a fabricar en la factoría que la empresa armamentística tiene en A Coruña y que será desmantelada en junio.