La reivindicación del producto de interior

SABE BIEN

.

Una clara apuesta por los productos de la tierra. Un de sus especialisdes es la costilla de cerdo a baja temperatura con salsa de boletus

12 abr 2018 . Actualizado a las 18:15 h.

A un lado del poco conocido monasterio de Xunqueira de Espadanedo hay un cuco hotelito de siete habitaciones, construcción moderna y equipamiento óptimo, que no desentonaría trasplantado en la zona pujante de cualquier ciudad. Hasta aquí, bien, pero si además tiene restaurante y cocinero, el panorama cambia de forma notable. Agustín Justo Villarino (Xinzo, 1991) se formó en el Centro Superior de Hostelería de Santiago. Siempre tuvo claro que le gustaban los fogones y se dejó llevar. Pasó del bilbaíno Guggenheim a Ibiza en cuestión de meses. De vuelta a casa, tras un generoso rodaje, en su camino se cruzó La Churra, hasta entonces más hotel que otra cosa, cuando el dueño lo llevó un día para que preparara una comida para invitados. Tan a gusto se sintió que llamó a la misma puerta, cuando se planteó abrir negocio propio. Un acuerdo, un apretón de manos y así arrancó en el verano del 2017. Tiene clara la apuesta por los productos de la tierra y por eso, en su primera carta se inclinó para los platos principales por las carrilleras de ternera, aquí adornada con espuma de patata, paletilla de cordero asada a baja temperatura y costilla de esos cerdos que crecen criados con castañas. Quienes no quieran carne encontrarán una merluza clásica con allada, aunque puestos a buscar el contrapunto su primera apuesta es el bacalao al pil pil, en otro claro guiño a la despensa del interior.

LA CHURRA. XUNQUEIRA DE ESPDANEDO. TELÉFONO 988 291501. A PARTIR DE 25 EUROS