En mi boda quiero un «food truck»

Tania Taboada

SOCIEDAD

Estos vehículos ambulantes aparcan ahora en acontecimientos especiales

18 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que empezaron estacionando en recintos feriales aparcan también en espacios con alfombra roja. Son los food trucks o vehículos ambulantes callejeros -caravanas o camiones- que ahora encontraron ubicación en banquetes de bodas, bautizos o fiestas de cumpleaños. Los protagonistas del evento o los encargados de organizarlo reclaman estos vehículos porque creen que con su presencia, el festejo adquiere un carácter informal y un toque desenfadado.

Uno de los vehículos que este verano lleva a sus cuestas varios acontecimientos de este tipo es Maruxa. Un camión procedente de Francia que llegó a Arzúa y se convirtió en un divertido food truck. «Actualmente está muy demandado para este tipo de eventos. La gente lo reclama para acciones decorativas, tales como el fotocol, o para servir el pincho de la tarde o madrugada», manifestó Adrián, quien añadió que el vehículo se presta para todo tipo de alternativas. «Para los que eligen ofrecer algo caliente, colocamos la plancha dentro del camión y listo. Para los que optan por algo fresco, se colocan los alimentos en el mismo y se sirven», explicó.

Entre las bodas servidas este año se encuentra la del propio dueño. Aprovechó la ocasión de contar con Maruxa para instalarla en su propio banquete nupcial. Y es que su food truck se adquirió con el ojo puesto en este tipo de celebraciones.

La oferta gastronómica que ofrece este camión es la reinterpretación de la cocina tradicional. Entre sus productos, servidos tanto en frío como en caliente, se encuentran las hamburguesas gourmet de gallo celta, fajitas vegetarianas, entrantes, variados de empanada... Menús pensados a conciencia y elaborados con ingredientes de alta calidad. «Simplemente es una manera diferente y original de elaborar y presentar la comida», recalcó.

Otras opciones

Hay quien quiere en su boda el food truck para servir la bebida y coctelería y quien lo demanda simplemente por el servicio que ofrece como fotocol.

Por su parte, Hugo Castro es el propietario de Comecamiños food truck. Un camión que arrancó hace más de un año y que recorre miles de kilómetros por toda España. «Servimos comida natural e caseira. O prato estrela é a hamburguesa de boi autóctono de Galicia combinado con produtos da terra e un pan artesán. Tamén ofrecemos entrecot de boi galego e arroz con leite caseiro», relató el dueño.

En cuanto a la rentabilidad del negocio, el propietario dice que hay que moverse y que no participa en eventos especiales, tales como bodas u otros festejos. «Os que participan Neste tipo de celebracións soen ser persoas que contan con establecementos hostaleiros. Os que só vivimos do food truck non nos compensa», manifestó Hugo, quien opina que este tipo de negocio es algo muy arriesgado. «As perdas que se producen nun evento arrástralas nos seguintes. Cando fas viaxes longos como Valencia ou Andalucía, arriscas. Tes que contratar a unha persoa, pagar a praza para instalar a caravana, o gasto da materia prima, a gasolina, os peaxes, hospedarte?», enumeró.

Conscientes de que la oferta gastronómica es la base de su negocio, los propietarios hacen de sus food trucks algo atractivo a la vista y enfocado al formato callejero, tanto en sabores, cantidades, como en maneras de presentación. Su decoración va acorde al tipo de servicio que prestan y al perfil de cliente que quieren atraer.

Hacen la función de fotocol o cátering

Curiosas por su estilo. Son caravanas muy atractivas a la vista debido a su originalidad en la restauración. Desde el estilo más «vintage» basado en los años 60 de EE. UU. hasta lo más moderno.

Oferta gastronómica. Desde hamburguesas, montaditos y brochetas, hasta «cupcakes», crepes y churros.