Gastronomía y música fueron de la mano en la villa rianxeira

Paula Riveiro / A. G. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Mejillones, empanada de maíz, cachelos y pimientos de Padrón completaron la oferta culinaria que se sirvió en la degustación

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La vigésimo cuarta edición de la Festa da Xouba reunió ayer en Rianxo a numerosos visitantes dispuestos a degustar este pescado tan característico de la localidad. Desde que se realizó por primera vez en 1993, la Asociación Rianxeira de Empresarios organiza cada año la exaltación, que esta vez cambió de fecha y no coincidió con el día grande de Galicia.

La celebración para homenajear al pescado más representativo del municipio comenzó a media mañana. La xouba llegó al muelle en una embarcación de remo. Allí esperaban el cargamento varios vecinos y un grupo de músicos, que acompañaron con un pasacalles su recorrido hasta el Campo de Arriba, donde posteriormente se realizó la degustación.

A mediodía, los fogones estaban preparados para atender la demanda de quienes acudieron al municipio para probar este delicioso manjar. En los bares de los alrededores y bajo la carpa que se instaló para la ocasión se notaba la afluencia de personas desde el primer momento. Los comensales hacían cola para pedir su plato de xoubas y sus bebidas y coger posiciones en las mesas para probar el gustoso pescado.

La protagonista indiscutible de la jornada se sirvió preparada de dos maneras para satisfacer a todos los asistentes. Fritas, como es lo más habitual, pero también en empanada con masa de maíz. Además de este pescado, la oferta culinaria se completó con otros manjares típicos, como los pimientos de Padrón, los cachelos y los mejillones.

Un nutrido grupo de personas trabajaron durante toda la jornada para hacer posible la degustación. Mientras unos cocinaban los distintos platos, otros los servían y atendían a los asistentes, que llegaban de forma incesante durante la degustación. La afluencia de público no daba un respiro a los encargados de proporcionar las raciones.

Un año más, la xouba volvió a conquistar los paladares, en una cita que contribuye a la promoción de un producto que cotiza al alza tanto en los mercados como en las mesas.

Colchonetas para los críos

La exaltación gastronómica estuvo amenizada por melodías populares interpretadas por un grupo de músicos. Pero, además, en el lugar había otros elementos de interés. Así, en el Campo de Arriba se instalaron colchonetas para los más pequeños, por lo que personas de todas las edades disfrutó de una jornada marcada por la gastronomía y la música.

A las ocho de la tarde estaba previsto volver a encender los fogones para realizar la segunda tanda de degustaciones de la famosa xouba rianxeira. El programa festivo de la exaltación también incluía la actuación, a las once de la noche en la plaza Castelao, del músico Roi Casal.