Emotivo homenaje en la UDC a la vida y la obra de José Luis Meilán Gil

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MIGUEZ

Amigos y colegas recordaron el talante y el compromiso del desaparecido rector

11 sep 2018 . Actualizado a las 10:54 h.

El Paraninfo de la Universidade da Coruña (UDC) se llenó ayer de personalidades del mundo de la Universidad y la política para rendir un homenaje del departamento de Derecho Administrativo a José Luis Meilán Gil, exrector de la universidad coruñesa, político, jurista y patrono de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, fallecido el pasado 26 de junio tras más de medio siglo dedicado a la gestión y la educación públicas.

Meilán Gil fue diputado en la primera legislatura, asesoró en la redacción de la Constitución y también al Consejo de Estado. Durante 13 años fue rector de la UDC, siendo el responsable de su puesta en marcha. Fue, además, una persona íntegra, tolerante y comprometida, según recordaron ayer muchos de quienes lo conocieron. «Siempre luchó por la justicia y el derecho, e intentó que resplandeciera la verdad en todas sus manifestaciones», recordó Jaime Rodríguez Arana, catedrático de Derecho Administrativo en A Coruña. «Tivo un papel fundamental no que hoxe somos e queremos ser», sumó por su parte el actual rector, Julio Abalde. Arana, estrecho colaborador durante muchos años, lo definió también como «un hombre dedicado al servicio público, coherente con sus principios, que enseñó a trabajar con rigor y a vivir y trabajar con generosidad y lealtad».

Una veintena de académicos y amigos pasaron por el atril para dedicarle unas palabras durante una mañana en la que los aplausos del público sirvieron, en varias ocasiones, para apoyar a unos oradores incapaces de contener la emoción.

«Meilán era un espectáculo deslumbrante en sus lecciones magistrales, siempre creativo y políticamente vinculado a su amada Galicia», dijo Gaspar Ariño, quien lo trató durante 54 años. «Fue un hombre para todas las épocas», dijo Ariño citando una definición de Tomás Moro, figura con la que comparó a Meilán Gil.

Libardo Rodríguez destacó su papel tanto en el derecho público español como en el europeo, y también su relación con las universidades iberoamericanas.

«Un caballero cristiano, un hombre de bien, un universitario fértil», apuntó por su parte Fernando López Ramón, que alabó a la persona y también a su obra.

Romay Beccaría, expresidente del Consejo de Estado, recordó los tiempos en los que ambos coincidieron en las aulas de la Facultad de Derecho en Santiago. «Don Amador le dio una de sus matrículas de honor», rememoró dejando clara la brillantez académica del futuro profesor ya desde el principio. Según Romay, Meilán jugó un papel muy importante en la modernización del Estado. «Hice todo lo que pude para que fuera rector», dijo. Lo fue durante 13 años, además de «gran persona, gallego amante de su tierra y de España».

«Un gran hombre, un gran ciudadano y un gran académico»

Colegas de Portugal, Colombia y la República Dominicana le rindieron homenaje ayer. «Fue un gran hombre, un gran ciudadano y un gran académico», definió el luso Fausto de Quadros. El también portugués Mario Aroso tuvo asimismo palabras de admiración, al igual que otros colegas y amigos que pasaron por el atril, como Javier Barnés, Juan Quintás, Inés Vilariño, Antonio Abril, Fernando Martínez Abella, José María Gómez Díaz Castroverde, José Manuel Liaño Flores y Pablo González Mariñas. Se leyeron textos de Enrique Rivero y de Herrero de Miñón, que no pudieron acudir. El homenaje a Meilán se duró más de tres horas y remató con la lectura de unos versos escritos por el propio Meilán Gil.