Dos años sin Diana Quer

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Atlas

A Pobra intenta pasar página mientras el autor confeso de la muerte de la joven está a la espera de juicio

22 ago 2018 . Actualizado a las 18:43 h.

Hace dos años, a estas alturas, una familia colgaba carteles desesperadamente por cada rincón de A Pobra buscando a una joven de 18 años. En las cuartillas aparecían un nombre y una cara que 24 meses más tarde cualquiera podría reconocer en cualquier punto del país. Esa familia era la de Diana Quer, que en la madrugada del 22 de agosto desapareció cuando regresaba a casa tras disfrutar de las fiestas del Carmen dos Pincheiros. No volvería a saberse nada de ella hasta que 500 días más tarde se detuvo a José Enrique Abuín Gey, el Chicle, como presunto autor de su muerte, y este llevó hasta su cadáver en un pozo en Rianxo. En este tiempo, los vecinos de Barbanza en general, y los de la villa pobrense en particular, han vivido un proceso que les ha hecho pasar de la conmoción inicial a conseguir pasar página después de dos años sin Diana.

Ayer por la mañana, igual que hace dos años, A Pobra se desperezaba después del último día del Carme dos Pincheiros. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría meses antes, esta vez su nombre no aparecía en todas las conversaciones. De hecho, no se colaba en ninguna. La previsión de calor sofocante o el precio de las xoubiñas ocupaban a los clientes de la plaza de abastos, donde un vendedor reconocía que «xa non se escoitan comentarios sobre ela. Eu creo que a xente o asimilou e hai cousas que hai que deixar ir, hai que ir pasando páxina. Seguramente cada un se acordaría da pobre rapaza, pero é algo que non se exterioriza demasiado. Tamén estiven falando cos feirantes e tampouco comentaron nada».

Los feriantes, hartos del tema

Precisamente, el colectivo de feriantes estuvo señalado durante semanas, cuando la investigación sobre la desaparición de Diana Quer estaba en su fase inicial y se especuló con que alguno de ellos podría tener algo que ver. Eso les ha pasado factura y están hartos, hasta el punto de que no quieren ni oír el nombre de la joven: «Eso ya pasó, nadie habla de eso ya, qué van a hablar».

También entre los vecinos hay cierto hartazgo, sobre todo por el tratamiento que se dio a la localidad, a la que se colocó el sambenito de lugar peligroso dominado por los narcos. También de eso se está resarciendo A Pobra, que con las fiestas de este año ha empezado a sacudirse el estigma atrayendo a numerosos visitantes: «Los turistas vienen aquí a disfrutar de las vacaciones y a pasárselo bien, y hacía años que no se veía tanta gente».

En general, lo que se percibe en la calle es que lo que quieren los pobrenses es dejar atrás un episodio muy negro de su historia con el que están condenados a convivir: «La gente está cansada y quiere olvidar, no se comenta el tema porque todo el mundo quiere pasar página».

Siempre presente

Que el asesino confeso de la joven madrileña esté en prisión a la espera de juicio ha contribuido a generar cierta seguridad y a cerrar heridas. Saber que el responsable está lejos de las calles ha alejado el temor a que algo así pueda volver a suceder y ha reportado tranquilidad a los vecinos. Aunque no del todo, porque el recuerdo de lo que le pasó a Diana sigue muy presente.

Lo explicaba una vecina de A Pobra. Una amiga suya que vive en las inmediaciones de la zona del paseo de O Areal donde fue vista por última vez Diana Quer el 22 de agosto del 2016 no pudo evitar pensar en ella y sentir cierto temor cuando, de madrugada y en plenas fiestas, se dirigía a su casa. Lo que demuestra que no será fácil olvidar lo que ocurrió hace dos años.

Por otro lado, que la villa pobrense haya dejado de estar en el foco mediático ha ayudado a calmar las aguas. En este sentido, en una panadería próxima al epicentro de las celebraciones hablaban de normalidad absoluta: «Ninguén mencionou nada sobre o caso de Diana Quer ultimamente. Desde que se fixo a reprodución dos feitos non se volveu escoitar falar do tema». «Despois de tantas reportaxes e tanta tele a xente quere tranquilidade», añadía otro comerciante.

Últimas diligencias

Y es que la localidad volvió a la actualidad mediática a mediados del pasado mes de junio, fecha en la que se llevaron a cabo las últimas diligencias ordenadas por Félix Isaac Alonso, el juez que instruye la causa por la desaparición y la muerte de Diana Quer. En una maratoniana jornada en la que participó el Chicle, una comitiva formada por personal del juzgado, los abogados de las partes e investigadores de la Guardia Civil se desplazó a la villa para realizar la reconstrucción de lo que, según el acusado, ocurrió en la madrugada del 22 de agosto del 2016.

Aunque en el desarrollo de las diligencias se recorrieron distintos escenarios, entre ellos la nave de Rianxo en la que apareció el cuerpo de Diana sumergido en un pozo el pasado 31 de diciembre, buena parte de la reconstrucción se concentró en la zona de As Xunqueiras, en la parte posterior del barrio de Os Cataláns, donde supuestamente José Enrique Abuín abordó a su víctima y la metió en su coche, aparentemente, inconsciente.

A la espera

Además de la reconstrucción de los hechos se solicitaron otras pruebas, como una recreación virtual de los movimientos que realizó el acusado la noche del crimen de acuerdo con datos objetivos, como la posición de los teléfonos móviles o las imágenes de las cámaras de seguridad o de tráfico que captaron sus desplazamientos. Estas son las últimas actuaciones que, según lo que ha trascendido, se han realizado hasta la fecha en relación con el caso de Diana Quer.

Mientras tanto, José Enrique Abuín Gey, que en su primera declaración ante el juez el pasado mes de mayo reconoció que estranguló a la joven, aunque dijo que lo hizo «involuntariamente», permanece en la cárcel de A Lama a la espera de juicio, para el que todavía no hay fecha. Lo que sí se sabe es que será un jurado popular el encargado de dictaminar la culpabilidad del único detenido por la muerte de la joven. El Chicle se enfrenta a las acusaciones de homicidio o asesinato y contra la libertad sexual.