Padre Ángel: «Los que hacen cola para poder comer un bocata no son unos farsantes»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

J. M. PAN

El presidente de Mensajeros de la Paz advierte de que todos podemos ser vulnerables, «por pobreza, por sexo o por religión»

19 ago 2018 . Actualizado a las 11:08 h.

«Ustedes pueden ser pobres y a veces incluso no tener ni para comer, pero lo que no pueden perder nunca es la dignidad». Ángel García Rodríguez (Mieres, 1937), más conocido como padre Ángel, recuerda así las palabras que les dijo el papa Francisco a los sintecho que lo acompañaron en su última visita al Vaticano. «Y esto es lo que vinimos a decir aquí. Que se puede ser pobre, no tener casa, ni donde dormir, pero sí tener dignidad. A veces, la dignidad se la quitamos los que no miramos para ellos». Lo vino a decir a la Escuela de Verano del Poder Judicial, en el pazo de Mariñán (Bergondo). En ese foro habló, como sacerdote y presidente de Mensajeros de la Paz, de la protección a los más vulnerables, y lanzó esta advertencia: «Todos podemos llegar a ser parte de un colectivo vulnerable, ya sea por pobreza, por origen étnico, por religión o por sexo».

-¿Quiénes están en riesgo ahora?

-Los que están en riesgo son los vulnerables, los más desfavorecidos, que en este momento son los sintecho, los emigrantes, los refugiados y las mujeres maltratadas.

-¿Y hay solución para ellos?

-Sí, tenemos que seguir sensibilizando a la gente, en las guarderías, en los colegios... Los niños son hoy mucho más solidarios. Es difícil encontrar problemas de comportamiento entre niños de distintos países. ¿Por qué? Pues porque saben convivir. Quizás nosotros, los mayores, no hemos tenido la oportunidad de poder convivir con otras etnias, con gente de color, de otras religiones.

-¿Qué quiere decir con que no hemos tenido la oportunidad?

-Antes eran todos católicos o todos musulmanes. Esto que sucede ahora de poder convivir con gente distinta, sobre todo cuando ya se hace desde las guarderías y desde los colegios y las universidades, es lo que se ha ido ganando.

-Pero muchas voces auguran que la sociedad va a peor, que el futuro no es nada bueno.

-No hay que ser tan agorero como algunos creen con el mundo del futuro. Dicen que va a ser peor, y se preguntan qué va a ser de nuestros niños, que vaya mundo que les dejamos, que vaya naturaleza les dejamos... Y eso no es verdad, porque les estamos dejando un mundo mucho mejor y una naturaleza mejor, sin duda alguna.

-¿Qué mundo estamos dejando?

-Estamos dejando que podamos vivir más años de los que se vivían antes, que tengan más cultura, que sepan leer y escribir, que sepan idiomas. Ir de un sitio a otro, conocer distintos países. Eso es el futuro.

-Pero estamos viendo un grave problema con los refugiados. Y con países que no los quieren.

-Pero fíjese: estamos dejando que se mueran en los mares, que haya presidentes de gobiernos que sigan diciendo que prefieren que se mueran en el mar a que entren en su país. Seguimos viendo barcas llenas con personas que, si nadie rescata, se mueren. Pero cuando vino el Aquarius había casi mil voluntarios y personas de distintas instituciones esperándolos en el puerto. Y los 12 niños y su entrenador que estaban en una cueva en Tailandia, y había más de mil personas allí para rescatarlos. Si eso no es solidaridad, que venga Dios y lo vea. Hace medio año no hubiera existido eso. Hubieran muerto allí los niños. Nos hemos solidarizado todos con ellos y nos hemos alegrado porque se salvaron. Esa es nuestra sociedad.

-Con el Aquarius también hubo polémica.

-En lo del Aquarius había casi mil personas para recibir a 60 o 100 refugiados. Hay algunos que critican a este presidente del Gobierno y a los ministros porque dicen que hacen publicidad. ¡Pues bendita publicidad! Creo que hay que criticar más al primer ministro de Italia, que dijo que no los quería en su país, que al de España, que dijo que los quiere en su país. Al nuestro lo critican porque dicen que quiso hacer un gesto, ¡pues bendito gesto!

-Pues parecía que todo iba peor.

-Creo que hay muchos agoreros, y nos hacen falta más políticos, más gobernantes.

-¿Es mejor la sociedad que algunos gobiernos?

-Sin duda, aunque los gobiernos son fruto de esta sociedad. Los que son malos, corruptos y golfos son fruto de esta sociedad, pero también lo son los que son buenos y nos sacan adelante. No es igual tener un político que da la vida por los demás que uno que se aprovecha de los demás y de su cargo. Creo que hay más agoreros que gente alegre.

-El suyo es un mensaje de esperanza en medio de una sociedad muy compleja.

-Mire, en el caso de los niños de Tailandia estaban todos rezando para que aquello saliera bien. Y estaban con parcas, con ambulancias... El mundo de hoy es mucho mejor que el de hace cien años. Un pazo como este de Mariñán, hace cien años era solo para una familia. Hoy se comparte. En la memoria histórica yo reivindico que estos pazos y hoteles, que fueron hospicios, vuelvan a ser para los niños pobres. Pero eso es poner un poco de salsa. A mí me entristece mucho el Reconquista de Oviedo, que fue un hospicio. Lo ideal sería que fuera para los niños pobres. Porque, además, se construyeron para eso.

-La pobreza infantil. Ese sí es un problema. ¿Hay niños pobres en España?

-Sí, en España hay pobreza infantil. Lo estuvieron negando, pero el año pasado el Gobierno de Rajoy había sacado ya un presupuesto para erradicar la pobreza infantil. Por lo menos lo reconocieron, porque Montoro decía que Cáritas mentía y exageraba. Y ahora, este Gobierno no solo ha reconocido que hay pobreza infantil en España, sino que ha puesto un alto comisionado para la pobreza. Yo creo que ni Cáritas ni las oenegés son farsantes cuando le dan de comer a la gente. Y tampoco son farsantes los que hacen cola para comer. Me da mucha rabia que digan que los pobres son unos comediantes, cuando pasan frío y calor en esas colas para poder comer un simple bocata.

«Dicen que este Gobierno quiso hacer un gesto con los refugiados, ¡pues bendito gesto!»

«Cuando vino el Aquarius había casi mil voluntarios para recibir a 60 o 100 refugiados»