Detienen al principal sospechoso de la desaparición de Diana Quer y a su mujer

GALICIA

Carmela Queijeiro

El arresto tiene lugar después de que una joven presentara una denuncia por agresión sexual el pasado día 26 en Boiro

29 dic 2017 . Actualizado a las 21:46 h.

El principal sospechoso de la desaparición de Diana Quer y su mujer han sido detenidos hoy en Rianxo. Los arrestos han tenido lugar después de que una joven presentara una denuncia por un intento de agresión sexual el pasado día 25 en Boiro. Una vez comprobado que la denuncia, presentada el día 26, tenía fundamento, han sido arrestados esta mañana.

El hombre arrestado hoy es José Enrique Abuín Gey. Conocido con el apodo de El Chicle, es un hombre de 41 años, casado y con una hija, que encaja perfectamente en el perfil que buscaban los investigadores. Vecino de Rianxo, probablemente de la parroquia de Taragoña, en los últimos años se le ha vinculado con el marisqueo furtivo. De hecho, constan sanciones por ejercer esta práctica sin permiso.

La mujer de el Chicle ha sido detenida posiblemente por encubrimiento, ya que en su momento proporcionó al ahora detenido la coartada cuando fue interrogado por el caso Diana Quer.  

El detenido abandona en un coche de la Guardia Civil el cuartel de Padrón
El detenido abandona en un coche de la Guardia Civil el cuartel de Padrón Paco Rodríguez

A media mañana hubo un registro en una vivienda de Rianxo por agentes de la Guardia Civil vestidos de paisano. Los dos detenidos fueron trasladados al cuartel de Padrón, con los agentes de la UCO. Sobre las tres y media de la tarde, El Chicle abandonó el cuartel en un coche de la Guardia Civil, con destino a la Comandancia de A Coruña. Dos horas más tarde, su mujer salió esposada del cuartel de Padrón. 

El detenido fue en su momento interrogado por los investigadores que trabajaban en la desaparición de Diana Quer aunque entonces no llegó a ser arrestado. Más de 30 agentes de la UCO han llegado a Galicia de urgencia, muchos interrumpiendo incluso sus vacaciones de Navidad.

Un intento de agresión sexual en Boiro reactivó el caso 

La búsqueda de Diana Quer nunca se ha desinflado. Hace muchos meses que el caso se convirtió en una máxima para la Guardia Civil por varios motivos. El primero y fundamental pasa por dar con el cuerpo de la joven y con el autor, o autores, de su desaparición tras el gran despliegue de recursos humanos y técnicos realizado desde su desaparición, el 22 de agosto del 2016.

Una vez superada la repercusión inicial, que dificultó sobremanera la investigación, se separó el polvo de la paja en forma de indicios útiles o inútiles. El resultado permitió afinar el tiro policialmente hasta el punto de cercar las sospechas sobre un individuo residente en la comarca de Barbanza que prestó declaración en varias ocasiones y que, incluso, podría haber estado imputado de forma temporal.

Ahora, en el ecuador de las vacaciones navideñas, los menos de cinco agentes que han mantenido activa la búsqueda de la joven se han visto reforzados, en la Comandancia de A Coruña, con más de 30 compañeros llegados de Madrid. Y concretamente de la Unidad Central Operativa (UCO) especializada en los delitos contra las personas.

El zafarrancho de especialistas tiene su razón de ser en la denuncia presentada por una joven de Boiro que asegura haber sido víctima de un intento de agresión sexual. La joven relató a las fuerzas de seguridad que un hombre, el ahora detenido, intentó meterla a la fuerza en el maletero de un coche amenazándola con un cuchillo. 

Lo primero fue comprobar que la denuncia tenía fundamento y no era ficticia. Dicha denuncia se cursó en el puesto de Boiro el lunes o el martes de esta semana. En este caso entró de lleno desde el principio la Policía Judicial de Noia, única unidad de la zona especializada en este tipo de investigaciones. El relato hecho por la joven de Boiro en su denuncia sostiene que un hombre intentó introducirla en un coche a la fuerza. La brusca oposición de la denunciante y sus gritos habrían frenado las pretensiones del individuo, que desapareció del lugar. Lo que no pudo evitar el asaltante -del que no ha trascendido si ya está identificado- es que la joven se quedara con sus características físicas, que detalló a la Guardia Civil. De la misma manera, la chica contó datos que permitieron avanzar en la identificación del vehículo del hombre. Algunas fuentes incluso añaden que la denunciante habría aportado hasta los números y las letras de la matrícula.

Ambas investigaciones coinciden en algunos puntos

El trabajo inicial realizado por este suceso de Boiro dio pie a ciertos avances que acabaron llevando al caso Diana Quer. Lo que parece claro es que ambas investigaciones coinciden en algunos puntos.

A falta de concretar las incógnitas, lo que sí se puede asegurar es que la Guardia Civil se ha volcado una vez más poniendo en el caso a sus mejores investigadores. Prueba de ello es que entre los más de 30 agentes de la UCO movilizados de urgencia -muchos interrumpieron sus vacaciones de Navidad- hay especialistas en este tipo de trabajos. Algunos, incluso, tienen rangos elevados dentro del cuerpo y otros son más técnicos que agentes especializados en el trabajo de campo.

Lo que parece seguro, atendiendo a los protocolos establecidos de investigación, es que además del trabajo de despacho que realizan estos especialistas de la UCO, sobre el terreno, es decir en Barbanza, y concretamente en los municipios de Boiro, A Pobra y Rianxo, está desplegada una unidad operativa encargada de inspeccionar la zona para atar ciertas pruebas o indicios o para descartarlos. También para hacer labores de seguimiento a la persona, o personas, que están en el punto de mira.

Llamada al juez

El trabajo policial está teniendo continuidad en sede judicial. Esta misma semana, según parece el miércoles, uno de los agentes en la comarca de Barbanza contactó con el juez que instruye la causa de Diana Quer, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ribeira, Félix Isaac Alonso, que cogió las riendas de la instrucción tras varios cambios al frente de esta sede judicial por situaciones internas que nada tienen que ver con el caso.

Lo que resulta evidente es que la denuncia de la joven de Boiro ha resultado creíble a ojos de la Guardia Civil, que además de tener a la Policía Judicial de Noia sobre el terreno para hacer trabajo de campo, ha movilizado a auténticos especialistas desde Madrid en pleno periplo navideño. Es más, el trabajo, este jueves , era frenético en la Comandancia de A Coruña, tal y como pudieron comprobar decenas de agentes para los que no pasó desapercibida la presencia de tantos compañeros movilizados desde la capital de España a pocos días de celebrarse la Nochevieja y que, incluso, se quedaron trabajando hasta altas horas de la madrugada de este jueves.

La madre y la hermana de la joven estuvieron en A Pobra en Nochebuena

A Pobra do Caramiñal quedó marcada por la repercusión que alcanzó el caso Diana Quer en los últimos meses del 2016 y el primer semestre del 2017. De la misma manera que la villa marcó de por vida a la familia de la joven madrileña por dos factores contrapuestos. El primero responde a los buenos momentos que los Quer López-Pinel disfrutaron durante los años que precedieron a la separación de los progenitores. A partir de ese momento, la vivienda de verano pasaron a disfrutarla solo la madre y las dos hijas. El segundo factor llega tras la desaparición de Diana, el 22 de agosto del 2016, momento en el que todos esos buenos recuerdos quedaron ensombrecidos por la ausencia de la joven y todas las preguntas sin respuesta que rodeaban, y lo siguen haciendo a ojos de la sociedad, su ausencia. La madre, Diana López-Pinel, ha seguido visitando la comarca de forma espaciada, pero regular, desde que perdió a su hija mayor. La última, según anunció la hermana pequeña en una red social, tuvo lugar la pasada Nochebuena.

La propia Diana López-Pinel, el pasado agosto y coincidiendo con el primer año de la ausencia de su hija mayor, reconoció que «A Pobra es un sitio al que yo le tengo muchísimo cariño y que, en cierto modo, cuando voy me une a Diana aunque no esté. Por eso sí me siento con fuerzas de volver». En donde no tienen noticias de la progenitora desde hace tiempo es en el colectivo SOS Desaparecidos. La relación entre ambos fue en aumento a medida que el caso avanzaba, hasta el punto de que el máximo responsable de la asociación, Joaquín Amills, la nombró responsable de relaciones institucionales, cargo que ella aceptó, pero en el que estuvo poco tiempo. El motivo, según apuntaron siempre en SOS Desaparecidos, responde a las discrepancias que el abogado de Diana López-Pinel mantuvo desde el inicio con esta asociación.