La creciente precariedad laboral acerca a Galicia a un nuevo récord de contratos

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Hasta julio se firmaron 582.500, pero la Seguridad Social solo ganó 32.863 cotizantes

07 ago 2017 . Actualizado a las 16:45 h.

Entre enero y julio se firmaron en Galicia casi 582.500 contratos de trabajo, la cifra más alta en los siete primeros meses del año desde que se recogen datos. La cifra, así desnuda, puede no decir nada, pero sorprende si se compara con la registrada en el 2007, cuando la crisis aún no se adivinaba y en la comunidad había cien mil personas con trabajo más que ahora. En el último año del bum se firmaron, en el mismo período, 514.500 contratos, un 12 % menos.

Y, pese a ello, la creación de empleo era mucho más intensa. Si hace diez años la Seguridad Social ganaba 41.856 nuevos afiliados en Galicia hasta julio, en lo que va de año el repunte de cotizantes ha sido de 32.863, un 22 % menos.

Lo que parece una paradoja se explica por los cambios sufridos tras la crisis en el mercado de trabajo, afectado por la precariedad y la alta rotación laboral. La muestra más evidente es la eclosión de los contratos de menos de una semana, que suponen ya más de un tercio (34 %) de los que se registran en la comunidad. Otro 10 % oscilan entre una semana y un mes y hay un 25 % cuya fecha de caducidad concreta se desconoce por tratarse de contratos de obra y servicio.

Estas nuevas modalidades de empleo cada vez más precarias (muy vinculadas a la demanda de mano de obra en el comercio y la hostelería, sectores que están capitaneando la salida de la crisis y que se caracterizan por ofrecer poca estabilidad laboral) se traducen en un drástico recorte de la duración media de los contratos temporales, que pasó de casi 79 días en el 2007 a los poco más de 50 del año pasado, según los datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal para el conjunto de España.

Pero no es la única sombra que matiza la indudable mejoría experimentada, en términos cuantitativos, en el mercado de trabajo. Porque, con contratos cada vez más cortos, aumenta la rotación laboral (según la memoria del Consello Económico y Social, la tasa en Galicia se situó el año pasado en 4,1 contratos por asalariado temporal, frente a los 4,6 del conjunto de España) y se reduce la proporción de empleos a jornada completa. Solo el 62,3 % de los contratos registrados en la comunidad son a tiempo completo, el menor porcentaje desde el crac económico (suponían un 75,2 % en el 2008), mientras que los firmados a tiempo parcial representan ya el 37,1 % (24,2 % antes de la crisis). El otro 0,6 % corresponde a los fijos descontinuos.

Con este escenario laboral tan fragmentado, parece casi seguro que Galicia marcará este año un nuevo récord y superará por primera vez el millón de contratos firmados en un ejercicio. En el pasado se registraron 944.000, y en lo que va de año ya se acumula un alza del 10 %.

Casi uno de cada cuatro empleos, en la hostelería

La temporalidad o la alta rotación del mercado de trabajo no son los únicos indicadores que apuntan a la precarización del mercado de trabajo. Frente a la apuesta por los sectores de alto valor añadido que propugnan las Administraciones y los agentes económicos para minimizar el impacto de futuras crisis, la realidad casa poco con el discurso oficial y muestra que donde más crece la contratación es entre el colectivo de trabajadores que solo tienen estudios primarios. Tras el récord del año pasado, entre enero y junio repunta más de un 15 %, el doble que la incorporación de trabajadores con estudios secundarios (que aún copan seis de cada diez nuevos contratos) y cuatro puntos más que los titulados universitarios.

Si se mira a la distribución por sectores, los servicios siguen siendo el principal motor, con más de tres cuartos de los contratos firmados en el primer semestre del año (en concreto, un 76 %). Dentro de este cajón de sastre, la hostelería sigue en cabeza, como muestra el desglose de actividades realizado por el Consello Económico y Social con los datos del año pasado. Según el organismo, hoteles, restaurantes y otros negocios de comida y bebida concentran el mayor número de contratos, el 22,3 % de lo registrados por delante de la industria manufacturera y del comercio al por menor.

Eso sí, hay algunas señales para el optimismo, como es el auge en la contratación en la industria, un sector caracterizado tradicionalmente por un empleo más estable y con salarios más altos. En el primer semestre del año se ha incrementado casi un 15 %. Solo el sector primario presenta un crecimiento menor, aunque solo aporta 3 de cada 100 contratos.