El ADIF lanza los contratos para desplegar la vía del AVE hasta cerca de Galicia

p. g. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El administrador ferroviario ha lanzado una serie de contratos con el objeto de que se pueda empezar a instalar las vías este mismo año

06 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha iniciado ya el proceso de contratación de los elementos que componen la instalación de la vía, especialmente el suministro de carril, balasto y traviesas para los distintos subtramos del recorrido entre Zamora y Pedralba de la Pradería. En esta última localidad, en la provincia zamorana pero próxima al límite con Galicia, está previsto construir un cambiador de ancho para que los trenes de eje variable puedan continuar por la vía de ancho ibérico cuando se abra este tramo a finales del 2018, tal y como comprometió el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

Así, el ADIF prepara ya el proceso para instalar la vía en este tramo, que contará con secciones en vía doble y otras de única, decisión esta que se tomó cuando Ana Pastor era ministra de Fomento y que ya es una realidad en el tramo entre Olmedo (Valladolid) y Zamora, en servicio desde principios del 2016.

El administrador ferroviario ha lanzado una serie de contratos con el objeto de que se pueda empezar a instalar las vías este mismo año, con plazos de ejecución que oscilan entre los cuatro y los ocho meses. Para la fase II del suministro de carril, por ejemplo, se solicitan 16.800 toneladas, que servirán también para montar las vías en la estación de Puebla de Sanabria y en el punto de adelantamiento de Tábaras. El presupuesto máximo de licitación de este contrato es de 13,7 millones de euros sin IVA, cuyo principal montante (unos 9,1 millones) se gastará durante el 2018.

En cuanto a las traviesas, se solicitan un total de 27.000 para el tramo de alta velocidad, aunque también se pide el suministro de 300 traviesas polivalentes y otras 7.000 de tres hilos. 

Media hora de ahorro

La apertura de este tramo supondrá otra media hora de ahorro en la conexión ferroviaria entre Madrid y Galicia, en la que ahora se invierten un mínimo de cinco horas y media en las frecuencias más rápidas desde las ciudades atlánticas. Un año después de esta puesta en servicio está previsto que comiencen las pruebas en el tramo entre Pedralba y Ourense, el que queda pendiente para terminar el nuevo acceso ferroviario.