Villares se siente avalado por Beiras, pero arrecian los ataques a su liderazgo

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El portavoz asegura que no hay tantas diferencias con lo que plantean los críticos

13 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Luís Villares, el actual portavoz parlamentario y orgánico de En Marea, respira algo más tranquilo a solo dos días de que el partido celebre una asamblea que será determinante para su futuro inmediato. Todas las alarmas sonaron en su despacho el martes por la tarde después de que Beiras se descolgara en las redes con un apoyo al documento de los críticos, que se movilizan con la iniciativa Recuperar En Marea y que abogan no solo por volver al «espírito de unidade popular», sino también por moverle la silla a Villares en la portavocía orgánica del partido instrumental. En esa guerra estaban y están un sector de Anova, Esquerda Unida, Podemos y Marea Atlántica.

Según ha podido confirmar este periódico, el propio Villares, visiblemente inquieto ante un gesto de enorme carga simbólica, telefoneó el martes por la noche a Beiras, y obtuvo del histórico dirigente una respuesta más tranquilizadora. El fundador de Anova le explicó a Luís Villares que apoyaba el documento de Recuperar En Marea como principio político para que el partido siga siendo un proyecto de unidad popular y un «espazo de ruptura», pero no con la intención de avalar ninguna otra estrategia de índole orgánica. Dicho de otra forma: del tuit de Beiras no puede concluirse un apoyo a la enmienda de los críticos que piden una portavocía rotatoria cada seis meses y en la que haya dos hombres y una mujer. Mucho más tranquilo, Villares hablaba ayer: «Eu síntome igual de respaldado que antes». El portavoz de En Marea fue incluso más allá y argumentó que en toda la campaña de Recuperar En Marea, azuzada por los críticos en las redes y vestida como una reprobación a la actual dirección, hay tesis perfectamente asumibles por todos, por lo que no existen tantas diferencias con sus opositores. «Eu creo que a emenda á totalidade é en realidade un conxunto de teses complementarias», sostuvo.

Un sector de En Marea que apoya a Villares y a la actual coordinadora considera que toda la campaña de los críticos, en la que se demanda recuperar un modelo supuestamente perdido, es en realidad una estrategia para erosionar el liderazgo del actual portavoz con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas. Por tanto, el objetivo para el plenario del sábado no sería tanto revocar a Luís Villares ni a su dirección como airear un debate que proyecte en la sociedad una división interna y cierta falta de autoridad.

Los críticos no pueden ahora presentar un portavoz alternativo al actual porque supondría enseñar las cartas con mucha antelación. Todavía quedan tres cuartas partes de la legislatura.

El plan de los críticos de recuperar liberados y la negativa del grupo del Congreso a comparecer tensan el plenario

En la tesis oficial que defienden Villares y su equipo para el próximo plenario se recoge una carta financiera que incluye el llamado lucro cesante, es decir, que aquellos cargos que pierden dinero por entrar en política puedan ser compensados de algún modo. Por regla general, el tope salarial se establece en 2.100 euros mensuales (tres veces el salario mínimo), pero con la posibilidad de aumentarlo en función de cargas financieras. Los críticos han arremetido contra el concepto de lucro cesante pero recuperan en su propuesta la posibilidad de que pueda haber liberados orgánicos, algo que desató ayer una dura crítica de Luís Villares, al entender que supone volver a las viejas prácticas, y que amenaza con tensar el plenario del sábado. Otro de los focos de polémica para la asamblea está en la negativa del grupo de En Marea en el Congreso de rendir cuentas ante el auditorio, algo que sí harán los parlamentarios gallegos. Cuatro diputados de Madrid (Yolanda Díaz, Ángela Rodríguez, Antón Gómez Reino y Miguel Anxo Fernán Vello) alegan no haber sido informados de este punto y que ya rinden cuentas ante la ciudadanía. De ese acuerdo se desmarcó Alexandra Fernández. Habrá que ver si los diputados asisten o no al plenario. Sobre las guerras internas habló ayer Jorge Suárez, alcalde de Ferrol, quien abogó, una vez más, por centrarse en hablar de la gente y del país, y no de aspectos orgánicos. Suárez apostó por recuperar el papel ciudadano en En Marea, «sen que iso signifique cuestionar a Villares», informa Rocío Pita.