El falso dentista de Trives también ejerció de taxista sin tener licencia

María Cobas / Rocío Ramos O BARCO, LALÍN / LA VOZ

GALICIA

Parte del material que la Guardia Civil le incautó al falso dentista
Parte del material que la Guardia Civil le incautó al falso dentista

«Eu nunca fixen iso», asegura Amando A. L., que niega haber sido detenido

12 jul 2017 . Actualizado a las 18:35 h.

Amando A. L., el vecino del municipio ourensano de Trives detenido la semana pasada por ejercer como falso dentista, niega las acusaciones. «Eu nunca fixen de falso dentista», respondía a la pregunta de La Voz, para después remarcar: «Eu nunca traballei diso». Y no solo niega las acusaciones que pesan sobre él por una investigación abierta por la Guardia Civil de Lalín, sino que también dice que nunca había sido detenido. «A min non me detiveron, a min non me detivo ninguén», asegura el falso odontólogo, que ha estado detenido en varias ocasiones por ejercer sin ningún tipo de titulación, y por las que tiene al menos una condena anterior. Fue todo lo que quiso contestar el investigado, antes de colgar el teléfono.

Pero no solo es un falso dentista. En los años 2012 y 2013 la Xunta lo sancionó en al menos tres ocasiones -como recogen los diarios oficiales de Galicia correspondientes- por ejercer de taxista sin tener licencia. La sanción, de 1.501 euros, se produjo por «realizar transporte público discrecional de viajeros en vehículos de hasta 9 plazas, careciendo de autorización», según recoge el documento oficial. En Trives recuerdan que el hombre tenía un Mercedes con el que trabajaba como taxista a pesar de que carecía de la licencia.

También en Trives ejerció como dentista. Fue mucho antes, a mediados de los años 90. Entonces, recién llegado después de haber estado viviendo fuera de Galicia varios años, regresó a su municipio natal y abrió una clínica odontológica que acabó cerrando. Se supo que no tenía título, así que lo dejó. Después ya no volvió a tener clínica, sino que se especializó en trabajar como dentista en una especie de servicio a domicilio. Tenía clientes en A Rúa de Valdeorras y el municipio zamorano de Porto. Era el 2003 y fue detenido por ejercer como falso dentista. Las denuncias iniciales partieron de farmacéuticas y protésicos dentales a los que Amando A. L. encargaba material que después no abonaba.

También la actual investigación de la que está siendo objeto arrancó por denuncias de profesionales impagados, aunque en el transcurso de la misma se ha ido conociendo -según los datos aportados por la Guardia Civil- la existencia de pacientes que han sufrido daños irreversibles en la boca tras haber sido atendidos por el falso odontólogo. A uno de ellos llegó a extraerle tres piezas dentales en la misma obra en la que el paciente estaba trabajando.

Los colegios profesionales demandan un endurecimiento de las penas

Los presidentes de los colegios profesionales de odontólogos de A Coruña, de Pontevedra-Ourense y del colegio de protésicos dentales de Galicia insistirán con sus colegiados en busca de más afectados. El próximo lunes el colegio de Pontevedra-Ourense aprovechará su reunión semanal para abordar el tema y enviar una nueva circular a los colegiados. Los responsables de los colegios reclaman un endurecimiento de las penas y el seguimiento de la actividad de este supuesto falso dentista dada su reincidencia.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Lalín contactó con ellos en octubre. Los tres agradecen la total coordinación con los profesionales de toda Galicia que, consideran, marca la diferencia en este caso, y expresan su intención de seguir colaborando. Ponen el acento en los riesgos de salud que corren los pacientes y recomiendan dirigirse a los colegios para cerciorarse de que quien los va a atender está colegiado.

Tres causas abiertas en tres provincias diferentes por los mismos hechos

Amando A.L. cambiaba de nombre según el municipio en el que estuviera trabajando, según destacan desde la investigación, lo que dificultó poder ir uniendo a todos los afectados en un único caso. Pero ya hay ocho perjudicados (cuatro laboratorios y cuatro pacientes) que presentaron denuncia, y que están repartidos por tres provincias gallegas; por lo que las diligencias están abiertas en los juzgados de Lalín, A Coruña y Ourense. El hombre está acusado de un delito de intrusismo profesional, otro de estafa, un tercero de lesiones y un cuarto contra la salud pública.