La nueva norma europea obliga a los hospitales a proteger los datos de sus pacientes

E. Á. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

Los usuarios no notarán los cambios en el día a día

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Reglamento Europeo de Protección de Datos 2016/679 será de aplicación directa para los países de la UE a partir de mayo del 2018. Y con él se blinda la protección de datos de los pacientes. Más consentimiento informado, más transparencia, nuevos derechos para el enfermo y nuevos datos que hasta ahora no estaban especialmente protegidos y a partir de ahora tendrán que estarlo. Los centros sanitarios privados de Galicia han tomado nota y la Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal) llevó a cabo una jornada de formación con el despacho de abogados Garrigues para analizar los cambios.

Hospitales públicos y privados deberán controlar más la gestión y el tratamiento de datos de sus pacientes, sobre todo los considerados sensibles, e incrementar la responsabilidad sobre el uso y la custodia de esta información. Por ejemplo, hasta ahora había unos datos del enfermo que se consideraban especialmente protegidos, como los de origen racial y étnico, opiniones políticas, creencias religiosas, filosóficas, de orientación sexual, de salud o de violencia de género. A partir de ahora se añaden los biométricos, como la huella digital, así como los genéticos.

¿Y el Sergas se ha puesto las pilas? La Administración sanitaria asegura que para el paciente los cambios no deben ser sustanciales, «ya que novedades como que el consentimiento debe ser libre, informado, específico e inequívoco ya se vienen aplicando en el Sergas atendiendo a las recomendaciones de la Agencia Española de Protección de Datos», aunque ahora pasarán a ser obligatorias.

Esto implica que, cuando se pide el consentimiento a un paciente para ceder sus datos a un hospital concertado, debe recogerse para qué intervención concreta y durante cuánto tiempo. El Sergas asegura que ya lo realiza pese a que hasta ahora no era obligatorio, y tanto para cuando deriva a otro centro como cuando hace esta operación con recursos propios. También establecía ya las medidas de seguridad de nivel alto en el caso de los datos biométricos y genéticos del usuario, que ahora pasan a ser especialmente protegidos, «por lo que no se espera que haya que aplicar medidas específicas», señalan.