Funcionarios comprueban puerta a puerta las necesidades de los afectados

Jorge Casanova
Jorge Casanova LA VOZ EN PEDRÓGÃO GRANDE

GALICIA

Marcos Míguez

Varias furgonetas reparten agua, víveres y algunos enseres de primera necesidad entre los vecinos

21 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos bien. Solo necesitamos electricidad. Agua tenemos». Dos señoras mayores atienden a la puerta de su casa, a la salida de Castanheda de Péra, a una pequeña caravana que se ha parado a comprobar cómo están las cosas. Hay un par de sanitarios, un miembro de la GNR y una asistente social que se afanan en tomar nota de las necesidades de las señoras que, en realidad, se reducen a retomar el suministro eléctrico. Quizás no tarden mucho en ver cumplido su deseo, porque los técnicos de la compañía eléctrica no están muy lejos de allí. En cualquier caso, una parte importante de la zona afectada seguía ayer sin acceso a Internet, aunque esa fuera la menor de las preocupaciones de las señoras cuestionadas por los funcionarios.

Pese a la violencia de la catástrofe y el impacto brutal que ha tenido en la población el desproporcionado número de víctimas, el despliegue de efectivos estaba ayer a pleno rendimiento. Al mismo tiempo que los funcionarios iban comprobando las necesidades de la gente, varias furgonetas repartían agua, víveres y algunos enseres de primera necesidad entre los vecinos más afectados. Salían desde el estadio de Avelar o desde Pedrógão, cubriendo las zonas más golpeadas. Menos necesidades han tenido que cubrir los centros preparados para recibir a las personas que perdieron sus casas en el incendio. La mayoría de los afectados han sido recogidos por familiares o amigos, aunque en la Casa da Misericordia de Pedrógão, pasaron la noche del lunes cuatro familias.