¿Un colegio nórdico? No, gallego e inclusivo

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

El centro con más alumnos extranjeros y con necesidades especiales de Galicia es un ejemplo de innovación

05 jun 2017 . Actualizado a las 07:34 h.

Termina por este curso la serie Centros Innovadores, y si en octubre comenzamos hablando de un pequeño centro público de primaria e infantil, el Viñagrande (Vilanova de Arousa), se acaba hoy con uno concertado, enorme (1.200 alumnos) y urbano, la Grande Obra de Atocha de A Coruña. Ni uno ni otro tienen nada que envidiar a esos colegios nórdicos que despiertan nuestra admiración, demostrando que en Galicia hay profesores y equipos directivos comprometidos con un aprendizaje significativo sin que pueda hablarse de un perfil concreto de centro. En el caso de la Grande Obra, con el plus de ser el colegio con más alumnado extranjero de Galicia (127 estudiantes de 27 nacionalidades) y con necesidades educativas especiales (150, de los que 9 son de educación combinada), y presumiendo porque «aquí no se pide ni un euro voluntario a las familias», como recalca la directora, Celsa Boquete.

El plan de innovación de la Grande Obra es impactante. Estos son, muy por encima, los programas más interesantes:

Aprendizaje cooperativo

Es una de sus señas de identidad: el trabajo en grupo. Tardaron tres años en implantarlo y lo hicieron de la mano de la Universidad de Vich, sus principales valedores. En 2.º de ESO, por ejemplo, están estudiando figuras geométricas a partir de monumentos famosos y las profesoras, Lucía y Pilar, están encantadas con este aprendizaje «más lento pero sabiendo lo que estudian», que les permite abordar en el futuro otros temas con una buena base.

Destrezas de pensamiento

Es otro de los programas más importantes, ya que dirige a los niños en el proceso de pensar (Daniela, de 4.º, explica que se trata de recopilar información, organizarla y compararla, elegir lo que interesa, generar ideas, tomar decisiones y reflexionar sobre ellas). Para Paula Expósito, orientadora, es, junto con el trabajo cooperativo, una de las didácticas irrenunciables: «Porque enseñamos a los niños a pensar, y eso les servirá para toda su vida». Lo toman tan en serio que el claustro se ha formado con Robert Swartz, referencia mundial.

Inteligencias múltiples

Es una didáctica muy conocida en el centro y la aplican desde el 2010. También se formaron con los mejores: el Colegio Montserrat de Barcelona.

Estimulación precoz

En todo infantil y primero de primaria hay actividades de psicomotricidad («que está dando un resultado magnífico», dice Expósito) y estimulación precoz. Paloma, una de las profesoras de 4 años, les enseña dibujos a los niños y estos responden a coro qué ven: triángulo equilátero o triángulo isósceles, por ejemplo, con explicación de las diferencias entre unos y otros.

EntusiasMat y Mundiletras

Con material de EntusiasMat y el programa Mundiletras, lengua y mates de infantil y primaria se enseñan de una forma más lúdica y comprensiva.

Progrentis

Es un programa desarrollado entre 5.º de primaria y 2.º de ESO, que aplica conocimientos de neurociencia para mejorar en la lectura comprensiva. «Un niño que lee 80 palabras acaba el curso leyendo 400 sin problema», explica Ricardo Rey, director pedagógico del centro.

Metacognición

Es una técnica que se aplica en todas las áreas. Cuando se termina una unidad didáctica, por ejemplo, hay un repaso sobre qué se ha aprendido y cuándo se podrá volver a utilizar. «La hacemos también los profesores», dice Rey.

Educación responsable

Llevan dos años en este proceso (son tres) de la Consellería de Educación y la Fundación Botín. Aborda la educación en la asertividad, la empatía y la autoestima. Al banco de herramientas acuden los tutores durante todo el año, aunque hay actividades como el coro de las emociones o literatura teatralizada que se hacen por trimestres.

Acogida

Y es que las emociones son muy importantes para el colegio. Celsa Boquete, la directora del colegio, está centrada en la máxima del fundador, Baltasar Pardal: «Él mantenía que el mejor libro del maestro es el niño, y nosotros respetamos esa idea». De la importancia de que cada uno se exprese como es, se encuentre a gusto y aceptado, hay un detalle significativo. Antes de empezar cada jornada, los niños acuden al salón de actos. Allí se les recibe y se les informa de las novedades (profesores que han sido padres, niños que participaron en una competición...), hay una oración y siempre se termina con una canción. «Todo lo que les pasa a nuestros niños nos importa», resume Boquete.

Mediación

Como complemento de lo anterior, han empezado con la formación de profesores y alumnos de sexto como mediadores. Son dos grupos que hacen sus pinitos, pero que comenzarán a ejercer el próximo curso, ya en secundaria.

Piteas

El colegio está en el programa Piteas (de la Fundación Barrié, el departamento de Altas Capacidades de la USC y la Consellería de Educación) y que afecta a los cursos de 1.º de primaria y 1.º de ESO. En secundaria, se combina plástica con Geografía e Historia y ahora, al acabar el curso, los alumnos están preparando la exposición final sobre el uso del agua en la Antigüedad; para ilustrarlo, han hecho acueductos y termas romanas a partir de terrones de azúcar con tal nivel de detalle que incluso investigan qué tipo de cosas se pintaban en las paredes, qué grafitis eran los de la época. Lo hacen por grupos y, por ejemplo, Jhoselyn, Tania y Laura buscan la mejor decoración para las termas.

Y muchos más

La lista de frentes didácticos en la Grande Obra es inmensa: «Si un profesor propone acudir a una formación determinada -explica Ricardo Rey- la dirección siempre lo apoya». Eso está pasando ahora, por ejemplo, con la Flipped Classroom, pero también están avanzando en oratoria, robótica, ajedrez... Otros programas importantes en el centro son los de ABP (aprendizaje basado en proyectos), Erasmus, Abalar, E-Dixgal y el fomento del voluntariado, del arte o la feria de ciencias que se celebró la pasada semana.