Secundino Vidal: «Veíamos que era una necesidad que no estaba cubierta»

e. a. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

El vicepresidente de la Fundación Dorzán asegura que los casos de mayores con este tipo de problemas no hacen más que crecer

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundación Dorzán fue la primera que firmó en Galicia un convenio para acoger a los mayores que fuesen dados de alta pero no pudiesen regresar a sus casas. Lo hizo con el CHUO, en el año 2011, y con ello ayudaba a resolver dos problemas: evitar las estancias innecesarias en un hospital de agudos y dar respuesta a una problemática cada vez más extendida. Su vicepresidente, Secundino Vidal, asegura que esta realidad no ha hecho más que crecer.

-¿Veían que existía esta necesidad en los mayores hospitalizados?

-Efectivamente, veíamos que era una necesidad que no estaba cubierta, muchas veces a consecuencia de los trámites burocráticos. Ahí es cuando entramos, hablamos con los responsables del CHUO y lo planteamos. Nuestro propósito es que haya mucha rotación, no acoger a un mayor para siempre, sino cubrir la necesidad que existe mientras no le dan plaza. Muchas veces es cuestión de dos, tres, cuatro, cinco o seis meses, pero ¿qué pasaría con esta gente si no la atendiésemos?

-¿Qué casos se encuentran?

-De todo tipo, incluso gente que a lo mejor está bien pero que tiene una enfermedad, una caída, y a partir de ese momento no tiene medios para vivir de forma independiente. También nos ha ocurrido con mayores que viven en unas condiciones muy precarias, y que solo se detectan cuando llegan a un hospital. Recuerdo a una persona que vivía en una casa que ni casa podía llamarse. Automáticamente la acogemos en la residencia y después los trabajadores sociales del hospital piden la prestación y le hacen el seguimiento. Nosotros no podemos atender a la gente mucho tiempo porque nuestros recursos son muy limitados, y ellos hacen muy bien su trabajo.

-¿Es una realidad que crece cada año?

-Cada vez se dan más casos y casuísticas, desde personas a quienes sus hijos no pueden atender hasta mayores que cuidan a sus cónyuges pero que con el tiempo ni ellos mismos pueden atenderse... Además, cada vez más personas viven solas, algo que nos preocupa, incluso detectar a los mayores que no viven con nadie. Tenemos otros programas para cuando salen del hospital, por ejemplo, y vamos un mes o dos a sus casas a darles la medicación y cubrir unas necesidades mínimas.