Mondariz Balneario: Donde la piedra y el agua no dejan sitio al hormigón

Carlos Punzón
C. Punzón MONDARIZ BALNEARIO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

Contar con planeamiento desde 1984 ha permitido unificar criterios de construcción en la villa más pequeña de España

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Unha flor é un milagre. Non fagas un sacrilexio». El cartel que emerge entre las rosas del jardín de la iglesia resume en nombre del ayuntamiento más pequeño de España el espíritu con el que se vive en Mondariz Balneario. El legado de Enrique Peinador, artífice a finales del siglo XIX de la creación de la villa termal y su Gran Hotel, pervive en la mayoría de las construcciones reformadas o construidas después.

La piedra de los montes de O Condado va avanzando poco a poco por los recuperados caminos del pueblo, generando cada vez más sendas adoquinadas o empedradas para ofrecer kilómetros de paseo al turismo que busca en Mondariz el descanso y un ocio reposado. «Aquí no queremos hormigón, ni más asfalto que el imprescindible», se jacta el alcalde, José Antonio Lorenzo. No hay establecimientos comerciales al margen de tiendas de alimentación, restaurantes y bares. Y las construcciones nuevas que van surgiendo entre las viviendas de sus algo más de setecientos habitantes tienen que cumplir cuatro normas básicas: estar construidas en piedra; no tener más de dos alturas y bajo cubierta en el centro del municipio; contar con teja redonda, y estar sus ventanas pintadas en verde o blanco. Los muros son igualmente de piedra obligatoriamente, y las viviendas unifamiliares no pueden ocupar toda su parcela.

El planeamiento con el que se dotó Mondariz Balneario en 1984 permitió evitar grandes desmanes. La limpieza, la tranquilidad y el conjunto paisajístico son las referencias más valoradas por los visitantes del enclave turístico, junto a la historia que rezuma el pueblo del que Emilia Pardo Bazán llegó a asegurar que «cura los estragos del pensamiento y los males de la civilización».

«Yo le pido a los vecinos que saluden a los turistas, que sean amables, porque vivimos del turismo y de ofrecer un espíritu distinto», resume Lorenzo. Evitar que los camiones pasen por el centro de Mondariz Balneario es el próximo objetivo del pueblo, que ultima la petición de una circunvalación a la Xunta que permita dar más protagonismo al viandante.