Las altas temperaturas de estos días despertaron el apetito playero en arenales como Samil
25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El verano todavía no ha aterrizado en Galicia, pero las altas temperaturas de estos días despertaron el apetito playero en la viguesa playa de Samil. Al arenal se acercaron centenares de bañistas estos días. Pero muchos prefieren tomar la sombra y no el sol. «Es que abrasa», alegan los que prefieren estirarse a los pies de los árboles en lugar de comenzar a tostar su piel bajo un sol de justicia.
Para escapar del calor, para echar una siesta, para jugar a las cartas, para leer un libro o para comer. Hay infinidad de razones por las que huir del horno de arena, pero todos coinciden en lo mismo. «No imaginas lo bien que se está aquí», comenta un grupo de amigos que no falta a su cita con la playa ni un solo día de calor. «Estamos jubilados, ¿qué otra cosa vamos a hacer?», añaden entre risas.
Abandonar la playa no impide disfrutar de sus virtudes. «El agua está buenísima, ya me di un baño, pero para comer no me gusta la arena», puntualiza otra señora que prefiere huir del sol de mediodía.
En cambio, para otros es una cuestión de salud. «Es la primera vez que vengo este año a la playa, tengo la piel muy blanca y por eso prefiero no ponerme al sol a estas horas», argumenta una joven viguesa.
Eran numerosos los grupos de amigos, parejas o individuos que acamparon ayer entre los árboles de Samil, pero muchos menos que los que cubrieron la arena con toallas.
La temporada estival está a la vuelta de la esquina y, si la operación bikini ya debe de estar en su recta final, la carrera para coger un buen bronceado, lucir abdomen en la orilla acaba de empezar y ni en Samil ni en ningún rincón de la costa gallega faltan competidores. Sin embargo, el fin de semana llegará con lluvias y el asalto definitivo a las playas deberá esperar, al menos, una semana más.