Las lluvias de las últimas semanas son aún insuficientes para alcanzar indicadores de normalidad en ríos y acuíferos que permitan afrontar un verano sin restricciones
25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A estas alturas del año deberíamos poder decir que desde el 12 de enero -fecha en la que se activó la prealerta por sequía- ya ha llovido en Galicia, al menos, lo suficiente como para levantar este nivel de aviso, pero la realidad es bien distinta. Apenas ha caído agua y las precipitaciones se concentraron en contados períodos salteados a lo largo de estos meses. Con esta situación, Galicia se encuentra a las puertas de cumplir seis meses consecutivos en prealerta por falta de lluvias. Un hecho totalmente inaudito para la comunidad y para la época del año.
A pesar de ello, la Xunta explica que las lluvias de las últimas semanas han venido a mejorar sensiblemente la situación del caudal de los ríos, que es lo realmente preocupante. Pero siguen siendo insuficientes y todavía no se alcanzan valores normales. Tiene que seguir lloviendo: «Los indicadores de seguimiento continúan presentando valores bajos, lo que significa que, pese a que se observa cierta recuperación, no se ha alcanzado la normalidad», indica Augas de Galicia, el organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente que se encarga de gestionar la cuenca Galicia Costa. Precisamente en esta demarcación, la Xunta explica que las mayores mejorías en el caudal fluyente de los ríos se aprecian en el Tambre, el Xallas y el Sar: «La situación ha mejorado sensiblemente, salvo en las cuencas del río Anllóns», aclara.
Análisis preliminar
Otro aspecto que desde Augas de Galicia puntualizan es que estas valoraciones constituyen una evaluación preliminar, «ya que las conclusiones se deben obtener a partir de un análisis que tenga un poco más de perspectiva temporal». Es decir, que todavía es pronto para saber el efecto a medio plazo de las últimas lluvias: «Es necesario dejar cierto margen de tiempo para comprobar la incidencia completa. Además, es preciso entender que eventos puntuales de precipitaciones, aunque sean de cierta intensidad, pueden no ser suficientes para consolidar una mejoría de la situación hidrológica actual, que está causada por una falta de precipitaciones generalizada durante más de seis meses», detalla la Xunta, no sin concluir que es necesario «mantener las medidas adoptadas», es decir, la prealerta de sequía y «seguir haciendo recomendaciones sobre ahorro y uso responsable del recurso a todos los niveles: ciudadanía, sectores económicos y Administraciones».
Por su parte, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil explica que la situación de los caudales circulantes de los ríos en esta demarcación es similar a la de semanas anteriores: «Caudales bajos para esta época del año, especialmente en los ríos Limia, Sarria, Arnoia, Cabe a su paso por Monforte de Lemos, Lor en Parada y Neira en Neira do Rei». También los caudales de los ríos Sil y Miño son bajos, pero en estos casos la Confederación aclara que «probablemente también se ven afectados por los numerosos elementos de regulación presentes en su cauce».
Mientras, los embalses de abastecimiento siguen evolucionado de forma positiva. En Galicia Costa se encuentran al 95,2 %, y los de otros usos están al 77,3 %. Mientras, en la cuenca Miño-Sil, se encuentran al 68 % de su capacidad, un 12,4 % menos que el promedio histórico.
Ayer fue el día más caluroso del 2017 y la máxima se registró en Arnoia, con 39,1 grados
Ayer fue el día más caluroso de lo que va de año en Galicia. La máxima de toda la comunidad se registró en Arnoia, al rozar los cuarenta grados. El mercurio marcó a las 18.20 horas de ayer 39,1 grados. Todas las ciudades gallegas registraron las máximas del 2017. Ourense alcanzó 37,8 grados, Pontevedra 34,8 y Lugo 34,1. En Vigo se registró 32,6 grados, en Santiago 32,7, en Ferrol 32,5 y en A Coruña, 28,2. También fueron significativas las mínimas. En Lira el termómetro no bajó por la noche de los 24,8 grados y en Vigo, de 22,2, según datos de MeteoGalicia. Hoy hay aviso amarillo por chubascos fuertes acompañados de aparato eléctrico en el interior de Galicia, sobre todo, Ourense y Lugo, pero también el interior de Pontevedra.
El nivel de alerta implicaría limitar el riego, el llenado de piscinas e incluso cortes horarios
La Xunta aclara que la activación de la alerta por sequía no depende exclusivamente del caudal de los ríos, sino que la Oficina Técnica da Seca tendría en cuenta también otros indicadores. El plan de gestión de situaciones de sequía elaborado por la Xunta contempla cuatro niveles. El primero de ellos es el de normalidad, en el que los indicadores están en valores ordinarios. El segundo, el estado de prealerta, que es en el que nos encontramos, y que se activa cuando los indicadores descienden de forma significativa por debajo de los valores medios históricos. En este caso, es necesario realizar un seguimiento y extremar el control, así como recomendar el uso responsable. Si la situación empeora, se activaría el estado de alerta, y en este caso ya es necesario poner en marcha medidas de conservación de los recursos y gestión de la demanda. Implicaría limitar el llenado de las piscinas, el riego de jardines y el baldeo de calles. También puede haber restricciones en los recursos hídricos disponibles, como los cortes horarios de agua. Entre las medidas que también se contemplan en este estado, figura la posibilidad de hacer trasvases, explotación de nuevos acuíferos, reutilización de aguas residuales, etcétera, es decir, el empleo de las reservas de agua, así como valorar si se deben realizar obras de tipo estructural.