«Perdí mi casa. ¿Quién nos va a alquilar ahora con una denuncia por violación?»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

López Penide

Las madres de tres chicos que han sido exculpados exigen que la Justicia actúe contra la denunciante con la misma dureza con la que se trató a sus hijos

09 may 2017 . Actualizado a las 12:10 h.

A principios de noviembre una pontevedresa lanzaba esta denuncia: «Los tres que violaron a mi hija están en la calle». Hablaba de amenazas al entorno familiar, de la muerte violenta de una perra y un gato... Seis meses después el caso ha quedado archivado. Las denuncias contra los tres jóvenes, entre ellas la de agresión sexual, han sido sobreseídas por un juez de instrucción o por la magistrada de menores.

El magistrado estima que «procede sobreser as presentes actuacións por acreditarse a non produción do delito investigado pola persoa sometida a investigación».

Las madres de los tres chicos exculpados, que llegaron a ser detenidos por la Policía Nacional, exigen que la Justicia actúe contra la denunciante con la misma dureza con la que se trató a sus hijos. Critican que, por el momento, la Fiscalía no haya intervenido de oficio pese a que un magistrado ya les remitió las actuaciones por si hay que deducir testimonio para ver si hubo denuncia falsa: «Nos dicen que no se ha demostrado que [la chica] lo haya hecho intencionadamente, y hay pruebas forenses que demuestran que los niños no han sido los violadores. El juzgado archivó la denuncia contra nuestros hijos».

Esta pontevedresa, madre del menor denunciado, dice que su hijo ha tenido que dejar el instituto tras la denuncia. «¿Y los perjuicios de los niños? ¿Y los daños a la familia?», son preguntas que hace Raquel Díaz.

Tanto ella como María Antonia Portela sostienen que hay indicios más que suficientes para que el fiscal intervenga, y apuntan que carecen de medios económicos para contratar a un abogado. María Antonia incide en que «por un forense se demostró que la niña es virgen y mi hijo, también». Los investigadores policiales constataron que el perfil desde el que se profirieron amenazas había sido creado por la denunciante, extremo que ella terminó confesando en una de las entrevistas con los policías especializados.

A los tres jóvenes se los relacionó con la muerte de dos mascotas que tenía la familia de la joven, lo que derivó en una denuncia por allanamiento de morada, con el mismo resultado que la de agresión sexual.

Desde la primera denuncia, la vida de estas dos familias fue un infierno. María Antonia Portela llegó a verse en la calle con sus hijos: «Perdí mi casa, me echaron de mi casa... Perdí mi pelo, enfermé... ¿Quién me va a pagar estos daños? ¿Quien nos va a alquilar ahora con una denuncia por violación?», dice entre lágrimas a las puertas del juzgado en el que ayer amabas interpusieron una denuncia.