La ley de espectáculos es una verbena

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

JOSE ALOSNO

El sector trata de quitarse de encima una regulación obsoleta y que lo vinculen con la delincuencia fiscal

07 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las cosas que más gusta en Galicia, que es ir a la verbena, «carece de una regulación que se ajuste a los tiempos». Las 300 orquestas que hay censadas se rigen por una ley de espectáculos «de cuando a los escenarios solo se subían los gaiteiros». Los 4.000 trabajadores que mueve el sector, que no paran de ir de un lugar a otro durante todo el año, «no han sabido lo que era un convenio colectivo hasta el pasado 1 de enero». En las más de 3.000 verbenas que se celebran en la comunidad -200 solo el fin de semana del San Jorge-, «los altercados se cuentan con los dedos de una mano». Y si alguna empresa tiene problemas judiciales o fiscales, «por favor, que no se generalice ni se piense por un segundo siquiera que todo el sector defrauda, engaña a Hacienda o cobra en negro. Porque no es así».

Galicia, primera potencia mundial de las orquestas, tiene al sector manga por hombro. Lo dicen desde dentro Manuel Fariña, presidente de la Asociación Galega de Orquestras, y Manuel Monteagudo, de la Asociación Galega de Representantes de Espectáculos. Son tantos los problemas que les afectan que dudan por cuál empezar. Optan por salir al paso de las noticias que hablan de peleas, robos y delincuencia en general alrededor de las verbenas. Manuel Fariña pone un ejemplo que todo el mundo va a entender: «Así como la Iglesia o los cofrades no tienen culpa alguna de que diez locos intenten crear el pánico durante las procesiones de Sevilla, las orquestas tampoco son responsables de que en algún lugar o en algún momento se pueda producir una riña o el robo de un móvil». Manuel Monteagudo añade: «En cualquier espectáculo, ya sea musical, deportivo o cultural, que reúna varios miles de personas puede producirse un robo o una pelea. Sinceramente, en las verbenas es donde menos se producen. La gente quiere disfrutar y bailar, y tiene sensación de seguridad».

Sobre la elaboración de una nueva ley de espectáculos de Galicia, Fariña critica que, a pesar de que «los tiempos han cambiado», la normativa que afecta a las orquestas sigue «en el mismo sitio que hace 50 años», de ahí que exija a la Xunta que tenga en cuenta el sector para fraguar «en consenso» una normativa «lógica».

Las orquestas gallegas siempre han trabajado bajo el régimen de artistas, «que es un régimen que no tributa». «Ahora quieren que tributemos y eso me parece lógico», aunque considera «exagerado» el IVA que deberían abonar según los requisitos de Hacienda. Piden en su lugar una tributación «viable», que les permita «sobrevivir».

Otra de las reivindicaciones de los profesionales es que se dote de una protección especial a las verbenas y romerías gallegas como «patrimonio cultural», teniendo en cuenta su singularidad y arraigo. Actualmente estas se rigen por la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, que «está pensada para grandes eventos, pero no tiene sentido alguno aplicar las mismas condiciones y disponer de un plan de evacuación para una fiesta al aire libre», puntualiza el gremio. O que los secretarios de los Ayuntamientos decidan por su cuenta qué exigir y qué no.

Pero no todo va a ser malo. Un sector que en Galicia mueve nada menos que 29 millones de euros al año cuenta ya con un convenio colectivo. Hasta el 1 de enero, cada cuál tenía su contrato o ni siquiera lo tenía. Nadie sabía las horas que iba a trabajar ni disfrutar de vacaciones. «Tras mucho esfuerzo, reuniones y sin ayuda alguna de la Administración, lo sacamos adelante», dice orgulloso Monteagudo. El convenio divide las empresas en cinco grupos según sus ganancias anuales e incluye otros cuatro en cada categoría según el puesto de trabajo. De esta forma, los salarios más bajos se darán en compañías que ingresen menos de 150.000 euros y oscilarán entre 1.035 y 1.185 euros tanto en temporada alta como baja. Las orquestas que ganen más de 750.000 deberán pagar a sus empleados en verano entre 1.620 y 1.860 euros. En invierno, los sueldos de las orquestas que obtienen más de 150.000 euros de beneficio al año oscilará entre los 1.175 euros para las que menos facturan y 1.350 euros para las que más recaudan.