Condenan a dos sacerdotes por la restauración de la Virgen de Conforto

Inmaculada Eiroá González
inma eiroá VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

CARLOS GAVINO

Llevaron la imagen sin permiso a que le añadieran el Niño Jesús, del que la habían separado hace 40 años

05 may 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

Dos curas que en 2014 ejercían en los municipios de A Pontenova y Riotorto aceptaron ayer en el Juzgado de lo Penal 1 de Lugo tres meses de multa a razón de tres euros diarios (270 euros) como autores de un delito por imprudencia contra el patrimonio histórico.

La pipificación la hizo la Fiscalía por las actuaciones llevadas a cabo por los sacerdotes para restaurar la imagen de la Virgen María que se venera en el santuario de O Conforto (A Pontenova). La pieza, de piedra y con brazos articulados y otros añadidos de madera, aparece inventariada en el listado de bienes de la Iglesia del Ministerio de Cultura y como integrante del Patrimonio Cultural de Galicia. Los acusados, sabedores del valor histórico y cultural de esa imagen, tomaron la decisión de restaurarla, sin pedir permiso al Obispado ni a Patrimonio. El abogado de ambos acusados, Luis Rego, que con el acuerdo alcanzado, rebajó la condena que inicialmente solicitaba la Fiscalía a menos de un tercio, señalaba ayer tras el acuerdo: «Tenía que imperar el sentido común. Se actuó de buena fe, tratando de rehabilitar una pieza burdamente seccionada hace cuarenta años para vestirle un traje. Y este hombre -el cura de Conforto- para darle una sorpresa a sus feligreses optó por llevarla a restaurar para devolverla a la integridad, sin pedir autorización a Patrimonio».

Así pues, el cura metió un día la pieza en su coche para trasladarla al taller de un cantero de Lalín que le habían recomendado por su «trabajo fino» para que le incorporara el Niño Jesús. Pero ese día entró alguien en el santuario y al ver que faltaba la pieza se presentó una denuncia.

La iniciativa de los curas provocó en aquel momento fuertes protestas entre los vecinos, que en sucesivas concentraciones, solicitaron el traslado del párroco de O Conforto y el Obispado, desvinculando su decisión de los movimientos vecinales, acordó poco después cambiarlo para otro municipio.

Patrimonio tomó también cartas en el asunto, emitiendo un informe en el que valora los daños causados en la imagen y encargó una propuesta de intervención para devolverle al aspecto que tenía antes de la restauración emprendida por los acusados. Planteó, y así se hizo, eliminar las piezas añadidas y los repintes, sentado de policromías, limpieza, estucado y reintegración, valorando la reparación en 2.267 euros. La fiscalía menciona que la imagen sufrió «lesiones irreversibles y una cierta pérdida de valor al disminuir su integridad, aunque la pieza sigue siendo la original y no está invalidada para mostrar los valores culturales que posee». El obispado renunció a acciones civiles.