Un calendario de implantación ajustado con calzador por una sentencia judicial

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

M. MORALEJO

Una sentencia del Tribunal Supremo chafó en marzo del 2016 el plan de la Xunta para modificar y racionalizar el transporte por carretera

04 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una sentencia del Tribunal Supremo chafó en marzo del 2016 el plan de la Xunta para modificar y racionalizar el transporte por carretera. El fallo no afectó al transporte escolar, cuyos contratos vencen en el 2020, pero sí dejó sin efecto los acuerdos en agosto del 2016, lo que algunas empresas aprovecharon para renunciar a 578 líneas deficitarias, sobre todo en las provincias de Lugo y Ourense, las más despobladas.

PRIMERA FASE, 2017

Líneas deficitarias. La Xunta obligó a las concesionarias a seguir un año más con las 578 rutas para tener margen para preparar un plan alternativo, que ahora va a incluir contratos supuestamente más atractivos al abordar el territorio en lotes de líneas agrupadas, con la posibilidad de incluir microbuses y taxis complementarios para minimizar el impacto en los resultados de las empresas y en el tráfico. Antes de agosto deberán estar adjudicados los nuevos servicios, que si bien serán distintos a los que se prestaban hasta ahora, sí deberían cubrir de forma más racional las conexiones de las parroquias con las cabeceras comarcales y, a su vez, estas con las provinciales. Los contratos tendrán una duración máxima de dos años, hasta que se replantee todo el mapa gallego.

Segunda fase, 2019

Todos a cero. En el 2019 el cambio alcanzará al 100 % de las rutas, esto es, salvo excepciones, todos los usuarios del transporte en autobús percibirán alguna novedad. La medida afecta a las rutas que sustituyan a las 578 deficitarias, que en teoría llevarán dos años funcionando con itinerarios refundidos, y al resto de las que hay en Galicia, así tengan beneficios o no, o estén en comarcas urbanas o rurales. También será el momento de conectar todo el transporte por carretera con las estaciones intermodales, que a su vez distribuirán el tráfico de pasajeros hacia las estaciones de tren y los tres aeropuertos. Además, se pondrá en marcha el transporte bajo demanda a través de canales todavía por definir, un paso decisivo para optimizar recursos y minimizar los viajes en balde en zonas pocas pobladas.