«Sentes que é traballar para o aire, a colleita dámola por perdida»

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Francisco González asegura que en 30 años como viticultor no había sufrido heladas como las de la semana pasada

02 may 2017 . Actualizado a las 17:56 h.

Tenía 20 años el ourensano Francisco Javier González Alberte cuando decidió hacer de la viticultura su profesión. Y treinta años después, sigue siendo su actividad económica principal, así que para él este será un año de crisis. El 75 % de la producción de sus casi dos hectáreas de viñedo repartidas en varias fincas en Arnoia se quemó la semana pasada. «Viñeron dúas noites moi frías e estragouse todo o que estaba pegado ao río, a min cadroume nas mellores fincas», cuenta resignado el viticultor, socio de la cooperativa Viña Costeira, amparada por la denominación de origen Ribeiro.

Al traste se fueron las cosechas de uva treixadura y palomino. La helada no distinguió de variedades. «Afectou por zonas, máis que por variedades», dice. En su caso a una parte importante de su cosecha, y eso se traduce en dinero. «En cartos perdín uns 15.000 euros», asegura González. Literalmente, porque él no cuenta con un seguro que le avale tras los estragos de la helada. «Non tiña asegurado porque hai moitos anos que non había xeada aquí... Eu a última que recordo foi no 1995. E despois, a xente acaba por abandonar o dos seguros porque non che dá gran cantidade, non soluciona case nada», dice el viticultor.

Espera que las pérdidas se ciñan a este año. Mañana mismo comenzará a hacer la poda de las vides para sacar las partes quemadas y aplicar un tratamiento cicatrizante. Y después, a esperar. «Se os brotes novos saen ben, este ano a produción será mínima ou nula, pero así teremos despois onde facer a poda e o ano que vén a colleita será norma, explica. Desde la propia cooperativa han organizado para el jueves un curso con un técnico para que les explique a los socios cómo hacer la poda, por ser este un trabajo delicado del que dependerá en buena parte el futuro de la cepa, dicen los expertos. Toca trabajar de cara a la vendimia del 2018 (en la del 2017 es mejor ni pensar, dicen). En lo que respecta a este año, el desánimo tira. «Eu non recordo algo así en 30 anos que levo, é o peor que pasara, nunca tal houbo que levara tanto», señala González. «Sentes que é traballar para o aire, este ano a colleita dámola por perdida», señala.